Cerca de un tercio de la comida que se produce en el mundo acaba en la basura. En Europa, en concreto, desperdician 179 kilos de comida por persona al año. Mientras esto sucede, 800 millones de personas pasan hambre a lo largo y ancho del planeta. Cifras que, sin duda, invitan a reflexionar sobre la urgente necesidad de encontrar formas creativas para compartir un derecho básico que vergonzosamente desperdiciamos.