Inglaterra es la cuna del fútbol, Argentina la capital de la pasión y Brasil la patria del jogo bonito. Cinco títulos mundiales, Pelé, Garrincha, Tostão, Zico, Ronaldo, Romario, Ronaldinho, una centena más de supercracks del nivel de Falcão, Sócrates, Jairzinho, Gerson, Roberto Carlos, Rivaldo... Y el juego-arte, la estética suprema… Tanta excelencia le dio a Brasil el derecho de rotularse “o país de futebol”. Así fue, desde 1958, con la aparición de Pelé y su primer título mundial, hasta 2002, cuando conquistó la quinta estrella de la mano de Ronaldo Fenómeno. Cuarenta y cuatro años de bellísima supremacía.