Hay una crítica deslizada con el claro objeto de menoscabar. “La Conmebol le acomodó el camino a Argentina hacia la final”, se dijo. Porque en la llave de abajo están, juntos, Colombia, Brasil y Uruguay, y deben eliminarse entre sí. Pero la ruta de cada uno la determinó el sorteo. Cada cual cayó en el grupo que cayó. Con buena lógica se determinó que los cuatro cabezas de serie fuesen Argentina (por campeón), Brasil (por ranking mundial), México (por campeón de Concacaf) y Estados Unidos (por localía). Las bolillas hicieron el resto. En la Eurocopa, en la grilla de arriba quedaron Alemania, Francia, España, Bélgica, Portugal y Dinamarca. Y en la de abajo apenas Inglaterra, Italia y Holanda. Mucho más desigual que en la Copa América. ¿También fue un arreglo de la Conmebol…?