Una nota de prensa dice “Enner Valencia se reconcilió con la afición en el aeropuerto, antes de volver a Brasil para reincorporarse al Inter de Porto Alegre”. Al revés, la afición se reconcilió con él. Enner nunca silbó ni abucheó a los hinchas. Lo que uno se pregunta, a distancia, es por qué el público ecuatoriano reprobó al máximo goleador de la historia de su selección. ¿Porque no pertenece a Independiente del Valle…? ¿Porque nunca jugó en Liga de Quito…? ¿Porque no es quiteño…? Enner Valencia es, desde hace mucho tiempo, “la delantera de Ecuador”. Él solo. Sus 42 goles tienen un mérito notable: ha convertido 5 en Mundiales, 10 en Eliminatorias y 5 en Copas América. Y es el farolillo rojo para las defensas rivales. El segundo artillero histórico, -el Tin Delgado- ya quedó 11 goles atrás. Y de los actuales seleccionados, le sigue Ángel Mena con 8. Mena y Valencia no son queridos, tienen demasiado olor a Emelec.