El título no me pertenece. Lo he pedido prestado a un escritor nacional muy reconocido: Raúl Pérez Torres, quien lo incluyó en su libro Micaela y otros cuentos, publicado en 1976. Pérez Torres contó en una entrevista que él jugó en Liga de Quito, club del que es seguidor ferviente, y de esa pasión nació su cuento de ambiente pelotero barrial con el que desafió los prejuicios de algunos intelectuales hacia el fútbol.