Setecientos goles son una enormidad, una locura en cualquier época del fútbol. Es lo que está a punto de alcanzar Cristiano Ronaldo en el máximo nivel posible. Vale remarcar esto último, porque hay una subvaloración incomprensible hacia ciertos medios o torneos: por si acaso, jugar en Sporting de Lisboa, Manchester United, Real Madrid, Juventus y, en materia de selecciones, en Europa, es lo supremo. Siempre sostenemos: no hay campeonatos contra Marte ni contra Júpiter. De lo terrenal, las ligas inglesa, española o italiana, disputar siempre Champions, Eurocopa, Eliminatorias, Mundiales, son el techo futbolístico del planeta. En esas plataformas, CR7 ha alcanzado la inusual cifra de 699 goles. Mañana ante Ucrania podría llegar el que falta. O la semana próxima. Pero caerá. Y no es descabellado pensar que pueda rozar los 800.