Hay sucesos que no pueden ser eludidos por el periodismo serio, no comprometido, no canjeable: la crisis en el fútbol nacional, las sanciones a quienes patrocinan la Liga Profesional y critican la gestión en la FEF de Luis Chiriboga y su manejo del balompié. O la renuncia sorpresiva del ministro del Deporte, José Francisco Cevallos, quien se fue sin opinar sobre los 111 invitados a Brasil 2014; la destitución del presidente del COE y la renuencia de este a aceptar la decisión y el pedido, en un programa radial de uno de los invitados a Brasil, para que se levante un monumento a Chiriboga.