Julio Pazos Barrera es el poeta, el cocinero, el profesor, el hijo, el padre o el esposo; y para cada etapa de su vida siempre tiene una buena historia que contar, con su voz serena. Por eso es casi imposible centrar una conversación únicamente en su reciente obra, que en este caso es el poemario Escritos de cordel, o la gastronomía, una de sus mayores pasiones. Tras su jubilación como catedrático de la Universidad Católica del Ecuador en Quito, hace varios meses, este escritor tungurahuense, nacido en Baños, confiesa que tiene más tiempo para la lectura y escritura. Además de poder estar pendiente de un pequeño pero acogedor restaurante en el sector de La Floresta, El Ajicero, que ha sido el sitio donde ha “confeccionado” varios platos de la comida tradicional ecuatoriana.