La monilla del cacao es el problema que más empobrece a los agricultores de América Latina. De cada 100 mazorcas cosechadas se pierden 50 sin que los productores se den cuenta, explicó Bernardo Sáenz, técnico del Consejo Cacaotero de Colombia.
El experto indicó que la monilla es un hongo que está en todas las zonas cacaoteras de América y que daña exclusivamente a las mazorcas o frutos. “Entre más se demore el agricultor en controlarlo más grave es el problema porque se reproduce por esporas y su propagación es muy rápida”, dijo.
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Colombia y Ecuador son los países que más han investigado este tema y aun así las pérdidas son muy grandes. En Colombia se pierde el 40% de la producción y en Ecuador las investigaciones indican que se llega al 50%. “De 900 fincas que se han monitoreado en el vecino país, de cada 100 mazorcas cosechadas se pierde el 40%, y en visitas a fincas en Tumaco (Colombia) zona limítrofe con Esmeraldas en Ecuador, de cada 100 mazorcas cosechadas 80 están con el hongo”, afirmó el técnico colombiano en el segundo seminario internacional de cacao, organizado por la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao (Anecacao), que culmino el jueves anterior en Bucay en la hostería-hacienda D’Franco.
Control de la enfermedad.
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El técnico colombiano expresó que por cada dólar invertido en control, se pueden ganar 3.
Indicó que es sencillo y se debe hacer cada 8 días, además es muy rentable. Los agricultores pueden empezar a sospechar que hay problemas en su finca cuando los frutos del cacao están pequeños y se observa una protuberancia con algunos punticos negros de donde sale una especie de aceite. Si esa mazorca no se corta, posteriormente sale una mancha chocolate y a los 7 días un polvo blanco que indica que le enfermedad invadió la plantación.
Es importante, argumenta Sáenz, podar los árboles para poderlos revisar cada 8 días.
La mazorca enferma se tira al suelo y se la deja ahí hasta que se descomponga y la que tiene esporas blancas se tapa con hojarasca, sin moverla para no propagar más el problema.
El técnico advirtió que no hay productos que lo controlen, solo se necesitan ojos, manos, tijeras y deseos de hacer las cosas. “En un año se pueden gastar 25 jornales pero se puede coger el doble del cacao y recuperar muy rápido la inversión, lo único que hay que hacer es ver la finca como un negocio” acotó.
Víctor Haro agricultor de Yaguachi, dijo que el año pasado perdió hasta el 75% de su producción por este hongo ya que no sabia como combatirlo, pero que ahora con la capacitación ve un nuevo panorama sobre todo cuando baja la temperatura y aumenta el problema.
Freddy Amores, líder nacional de investigación en cacao y café del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), dijo que el instituto ya ha identificado árboles cuyo porcentaje de mazorcas enfermas con monilla se encuentra entre el 8 y 9%. “Ya están multiplicándose estos árboles volviéndolos clones para trabajar en campo y llegar a conclusiones definitivas para trabajarlas como variedades”, explicó.
Posteriormente se hacen análisis sensoriales para conocer el sabor y ver si puede clasificar dentro del grupo del cacao fino y de aroma y solo se podrá saber en 4 años, acotó.