Esta historia no es una crónica roja. Pero está manchada de sangre. La historia se lanza a rodar a las 02:00 del 1 de marzo del 2008. Cuando tres sujetos ingresan a una casa abandonada del callejón Las Siete Puñaladas, cerca al cementerio de Tarqui, Manta. Se detienen frente a un hombre que duerme y lo cosen a puñaladas. Una tras otra. 17 exactamente. Huyen y dejan entre la vida y la muerte al poeta Pedro Gil -quien nació en esa barriada en 1971- y que hasta entonces ha publicado los poemarios: Paren la guerra que yo no juego; Delirium Tremens; Con unas arrugas en la sangre; He llevado una vida feliz; y Sano Juicio. El primero a sus 18 años y el último a los 33.