Los fans esperaron hasta el fin de la fiesta para escuchar a los boricuas de Calle 13 y al argentino León Gieco.

Esperaron que concluyera la ‘hora social’ con discursos políticos incluidos de los mandatarios de Venezuela, Cuba, Honduras y del presidente Rafael Correa, en el estadio Olímpico Atahualpa.

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A las 22:00 entró en escena uno de los grupos más esperados por los quiteños, Calle 13. Irreverentes y contestatarios aparecieron en el escenario. “Qué frío, frío, necesitamos calor”, decía Visitante (Eduardo Cabra) al poner a punto sus mezcladoras e instrumentos electrónicos para la fiesta.

Arrancaron con su hit No hay nadie como tú, mientras los adolescentes empezaron a saltar al filo de la tarima ubicada en el estadio. Para aplacar el frío, desde el público lanzaron una bufanda amarilla para que Residente (René Pérez)  se abrigara. Junto con la vocalista Ileana Cabra, llamada PG- 13, el escenario se inundó de picardía con los movimientos de su cuerpo en la Cumbia del aburrido.

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“Ojalá fuera libre Puerto Rico  como ustedes”, gritaba a sus seguidores Residente. “El gobierno de los Estados Unidos le tiene jodido a mi país. Recuerden: deben esperar parados, no arrodillados”, y lanzó su canción “con todo el odio” en contra de ese país, denominada Llégale a mi guarida: Tengo ganas de cogerte/ estrujarte, romperte/ morderte, odiarte, el hígado comerte/ sacarte los ojos/ mancharte de rojo. A este tema le siguieron otros: Fiesta de locos, Emigrante, Se vale To-To. Pero la irreverencia del grupo siguió con el Tango del pecado, coreado por los fanáticos.

“¿Tumbamos la nube, Visitante?”, y de un solo grito empezó su Atreve te te, que puso a saltar y bailar sin parar al público para cerrar el show. Casi al final el dúo dijo sentirse feliz de haber llegado por primera vez al Ecuador y espera volver para ofrecer nuevos conciertos.

A Calle 13 lo antecedió el argentino León Gieco. Con su banda puso a cantar al público más adulto que también asistió al estadio desde la tarde del lunes pasado.

Empezó diciendo que se celebraba una independencia relativa, porque aún existe injusticia  y muerte. Enseguida las cuerdas de su guitarra entonaron   Fantasma de Canterville.

Mientras tocaba sus canciones, en dos pantallas gigantes rodaba un resumen de su carrera artística con su agrupación de los setenta, Los Gatos. Fotos en las que se veía a Gieco tocar en los parques, detenido y golpeado. Eran malas condiciones porque “nacimos en dictaduras militares, malas condiciones para pensar, para estudiar”.

Durante su concierto evocó a los emigrantes latinoamericanos . “Denles los papeles, van de igual a igual, no van con las manos vacías, van con su trabajo”. Y así llegó su canción De igual a igual.

Solo fue el abreboca de los otros temas: Ojo con los Orozcos, Salieries de Charly, En el país de la libertad. Se tiene prevista una nueva presentación para el próximo viernes en la Plaza de San Francisco, en Quito.

Gieco cerró con Solo le pido a Dios, coreado por el público, entre ellos, el gabinete ministerial y el propio Correa. En este concierto de posesión del mandatario también actuaron Gerardo Morán, Marisol Gómez, Los Nocheros, Pueblo Nuevo y Juan Fernando Velasco junto con el trío manabita Pambil.