A partir del año 1999, cuando se expidió la Ley de Gestión Ambiental, cualquier actividad, obra o proyecto nuevo requiere de una licencia ambiental.
Un proceso de licenciamiento ambiental comprende solicitar al Ministerio del Ambiente o al Municipio o Consejo Provincial con competencias descentralizadas, la aprobación de Términos de Referencia del Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) de la actividad, obra o proyecto; presentación del borrador del EsIA; pagar una tasa de 950 dólares para iniciar el proceso de participación ciudadana; aprobación del EsIA definitivo; y pagar tasa por emisión de la licencia ambiental. Esto puede tomar hasta un año.
En septiembre del 2008 se firma un convenio binacional con Venezuela para la exploración y explotación de gas, y posiblemente petróleo, en el bloque 4. En abril 29 recién se declara de interés nacional el proyecto para sacar al Municipio fuera de la competencia de otorgar licencia ambiental y en mayo 18 la otorga el Gobierno.
Puná es una parroquia rural del cantón Guayaquil, cuyo acceso es por mar, viven alrededor de 6.000 personas principalmente de la pesca y recolección de moluscos en los manglares, tienen ocho horas al día de energía eléctrica, no hay caminos de primero o segundo orden. Suena a un pueblo fantasma, pero lo cierto es que es un paraíso, escogido para modelo de desarrollo turístico ecológico.
Si bien necesitamos los ingresos que generará la extracción de 1,3 trillones de metros cúbicos de gas, que además es una energía limpia, que desplazará el uso de combustibles fósiles y mejorará la matriz energética del país; también necesitábamos que: (i) se publique la invitación a la participación ciudadana en un diario de circulación nacional; (ii) se invite, de acuerdo a la Ley, al Municipio como una Autoridad Ambiental Cooperante, pues necesitan ayuda en el control de esta actividad; (iii) se entregue la información a los ciudadanos, ¡y no les tomen el pelo indicándoles que el estudio de impacto ambiental estaría disponible en la página web de Pdvsa! ¿Cómo podrían acceder al documento si los puneños no tienen internet?; (iv) no permitan al técnico de Pdvsa el día de la dizque Audiencia de Participación Ciudadana, trate de ignorantes a los comuneros al decirles ¿para qué necesitaban el EsIA? ¡Este “chamo” nos trata cómo su Jefe trata al Presidente del 41% de los ecuatorianos!, no se entera de que precisamente se participa a la ciudadanía el borrador para tener aportes o inquietudes de los ciudadanos directa o indirectamente afectados; (v) ¡Ministerio del Ambiente y Pdvsa, de verdad publiquen en sus páginas web el Estudio! para conocer los impactos ambientales, el plan de manejo, la tecnología a usar.
La gestión pública ambiental en este caso ha sido bochornosa. Se permitió entrar con maquinaria mucho antes de obtener la licencia ambiental. Faltaron a las normas básicas del proceso de participación ciudadana. No garantizaron el acceso a la información. Fue carrera de caballo parada de burro. Más vale, expliquen y escuchen al puneño, integren en la gestión ambiental al cabildo, y aprueben la ley que regula la participación de los municipios en las rentas por explotación de recursos naturales. Es decir, ya hagan las cosas derechas.