La actriz Kate Winslet, quien ha aparecido desnuda en el cine en repetidas ocasiones, afirma que cada vez le preocupa menos lo que piensen de ella, y que en ese tipo de escenas trata de estar tranquila, así como lo hacen las azafatas “cuando los aviones atraviesan turbulencias”.
En entrevistas con las ediciones alemanas de Life&Style y Brigitte, la británica que el domingo pasado ganó un Oscar a Mejor Actriz por encarnar a una ex vigilante en un campo de concentración nazi en la película The Reader (El lector), de Stephen Daldry, dice que los comentarios sobran cuando se tiene la responsabilidad de hacer un buen trabajo.
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Durante la cinta, Winslet, en la piel de Hanna Schmitz, mantiene relaciones sexuales con un jovencito, al que da vida el actor David Kross, de 18 años.
La actriz, que reconoce que en la pantalla no tiene pudores, dijo a los medios alemanes que si bien en el cine no hay nada de sexo real, “lo más importante es que tiene que parecer auténtico, me obsesiona el perfeccionismo”.
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“Interpretar a Hanna era una gran responsabilidad. Leí el libro hace seis años. Me conmovió mucho esa historia, sobre todo la relación amorosa entre esa mujer y el joven Michael. Esa historia lo marcaría para toda su vida”, refirió Winslet sobre la cinta, que también estuvo en el Festival de Cine de Berlín.
“Tengo 33 años y a medida que voy creciendo siento que los papeles que me ofrecen son cada vez más interesantes y desafiantes”, dijo al sitio de internet especializado en cine www.buzzine.com, poco tiempo después de ganar dos Globos de Oro, en enero pasado.
La intérprete insiste en comparar el rodaje de las escenas de cama con subirse a un avión. “Es como un vuelo. Cuando las turbulencias se vuelven más intensas, mientras que la tripulación no entre en pánico, todo va bien”.
Cuando hizo su primera escena íntima, con solo 18 años, apenas pudo dormir durante semanas, confiesa, sin embargo, con los años le importa cada vez menos lo que puedan decir de ella. Madre de dos niños, Winslet señala que no hay nada más impresionante que dar a luz a un bebé “que sale del interior de una”. Tras eso “se pierden todos los pudores”.
La actriz, que ya optó al Oscar por películas como Sense and sensibility (Sentido y sensibilidad) (1995), y Titanic (1997), debió esperar hasta este año para hacerse con la estatuilla dorada con su sexta candidatura por The Reader, basada en una novela del alemán Bernhard Schlink y que el jueves llegó al cine germano.
Al conseguir el Oscar, se ha convertido en una de las pocas actrices en lograr los cuatro galardones más importantes por la interpretación: dos Globos de Oro, dos reconocimientos Bafta y otros dos otorgados por el Sindicato de Actores.
Winslet inició su carrera haciendo una publicidad de cereales. Ella logró su primer papel en la cinta de Peter Jackson Heavenly creatures, pero su crédito brillaría gracias a Sense and sensibility, que le valió a sus 19 años –y tras doce meses de haber vendido sándwichs– una primera nominación al Oscar. Como nieta de un director de teatro, raíces que la llevaron a subir a las tablas a los 11 años, la británica admite que todavía le sorprende que pueda vivir como una reina gracias al arte histriónico.