Esta  producción nacional, ópera prima de Tania Hermida, ha sido invitada a participar en Canadá en  el Festival Internacional de Cine de Montreal.

No hubo alfombra roja para admirar el paso de actores, directores y productores como ocurre en Hollywwod cuando se estrena una película, pero la alegría de quienes lograron la producción Qué tan lejos, de la directora cuencana Tania Hermida fue muy similar a esos eventos internacionales.

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Según la realizadora, el filme tenía que preestrenarse en su ciudad natal, como muestra de “gratitud a su gente”. Hermida, quien participó como asistente de dirección en los largometrajes Prueba de vida (2000), María llena eres de gracia (2002) y Crónicas (2003), tiene una maestría en Estudios Culturales y es profesora universitaria.

Lograr un guión de lo que ella misma llama “un derroche de insensatez” para hacer cine ecuatoriano es la prueba de que la imaginación se define, la esperanza cobra vida y los productores persevaran en sus sueños.

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Comentó también que en principio la cinta se iba a exhibir la próxima semana, pero el estreno se adelantó porque el filme intervendrá en Canadá en el Festival Internacional de Cine de Montreal. Es por ello, agregó, que las protagonistas de Qué tan lejos, Cecilia Vallejo y Tania Martínez, no acudieron al preestreno, pues están fuera del país.

Sin la premeditación de dejar un mensaje en el espectador, según sus productores, Qué tan lejos solo intentó rescatar aquella identidad ecuatoriana reflejada en la cotidianidad. Para esto cuenta una historia ficticia que se inicia con un encuentro entre una turista española y una estudiante universitaria que decide detener en Cuenca la boda de su novio mochilero, a quien la familia de una chica adinerada lo obliga a casarse debido al embarazo de esta.

Las coincidencias que aparecen en el rodaje se inician en el asiento de un bus interprovincial, donde se encuentran las dos protagonistas, y un paro indígena con cierre de vías, que obliga a las dos a continuar su viaje a pie o con aventones.

Esperanza (la española) encuentra que todo el Ecuador es hermoso, mientras que la intelectual Teresa (la quiteña) se encierra en su objetivo, sin dejar de insinuar a la sorprendida turista los detalles no tan escondidos que convierten al Ecuador en un país donde lo más inesperado ocurre.

Mientras las jóvenes aventureras recorren la vía por Alausí, en la provincia del Chimborazo, discuten la problemática que causó el cierre de vías, las personas con las que dialogan hablan de la situación económica del país.

Durante el viaje se producen otros encuentros. Uno de ellos en medio de la bruma del páramo, en donde aparece Jesús (Pancho Aguirre), que también viaja a Cuenca para enterrar a su abuela y cumplirle su última voluntad: esparcir sus cenizas en el río Tomebamba.

Un motociclista indígena aparece en Alausí y se ofrece llevar a la única pasajera que puede, y como Teresa era la más apurada no dudó en dejar a los demás, quienes siguieron el viaje por las vías del centenario ferrocarril de Alausí a caballo.

En la trama también aparecen Andrés, un aniñado cuencano que reside en Quito y que regresa a su ciudad natal para asistir al matrimonio de su amigo El Pollo, de quien desconoce el nombre porque desde niño lo llamó así. Sin que el resto de los personajes lo sepan él se convertirá en  el nexo que los llevará a relacionar sus historias y vida en un filme de lenguaje sencillo y ameno, que revela incluso costumbres y tradiciones.

Datos  técnicos

PELÍCULA
La producción se rodó en cinta de cine de 35 milímetros. La filmación terminó el 26 de julio del 2005 y la posproducción finalizó en abril del 2006.

LOCACIONES
Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Cañar, Azuay, Manabí y Guayas, fueron las provincias en donde se filmó.

FESTIVAL
El 30 de agosto la cinta se presentará en el Festival Mundial de Cine de Montreal, Canadá. Y el 8 de septiembre se estrenará en salas de cine de todo el país.