Basada en hechos reales y dirigida por la neozelandesa Niki Caro, Tierra fría cuenta la historia de Lois Jenson, rebautizada en la película como Josey Aimes (encarnada por Charlize Theron), la primera mujer que se atrevió a encabezar una demanda judicial colectiva por acoso sexual por parte de sus compañeros contra una empresa estadounidense. Lois, de 27 años y madre soltera de dos niños, presentó su primera denuncia en 1984, cuando ya llevaba más de una década trabajando en una mina de hierro del norte de Minnessota. Un mundo férreo de hombres. Un universo de masculinidad mal entendida, de sometimiento y humillación.
A lo largo de muchos años de litigio, numerosas compañeras de trabajo, víctimas también de brutales acosos y abusos sexuales por sus compañeros, que temían perder su propio puesto de trabajo, comenzaron a romper la ley del silencio y fueron sumándose a su causa, a pesar de las innumerables sentencias insatisfactorias y de tener que soportar todo tipo de vejaciones públicas por parte de fiscales y jueces machistas. Finalmente, en diciembre de 1998, la empresa llegó a un acuerdo económico con las demandantes y les pagó tres millones y medio de dólares en concepto de indemnización por daños y perjuicios. El resultado del proceso cambió la legislación en el país del norte, y su influencia se ha extendido a una buena parte del mundo.
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Al parecer, animada por la repercusión y premios obtenidos por su papel en Monster, donde la despampanante Theron interpretó a una asesina bisexual cuyo salvaje y tosco semblante la obligó a considerables transformaciones faciales, la actriz ha decidido seguir los pasos de todas las estrellas convencidas de que pueden ser el máximo reclamo de una operación cinematográfica y, al mismo tiempo, impartir alguna que otra lección de humanismo y conciencia liberal. Lo cierto es que su caracterización de una mujer valiente y aparentemente desprejuiciada, que asumirá trabajos en una mina tradicionalmente desempeñados por hombres, no solo para encontrarse con el machismo más incuestionable, sino con su propio pasado, despide un tufo a enorme comercialidad, uno de esos trabajos de buena persona a la que el relato somete a multitud de maltratos solo para verla, en un final dulcificado, elevarse por encima de todo e imponerse sobre la injusticia.
El resultado es Tierra fría, un melodrama ciertamente tosco donde la supuesta luz del personaje protagonista invalida el menor vislumbre de brillo en el resto de hombres, mujeres y niños que proliferan por el relato sin saber a ciencia cierta qué papel juegan en él. Pero al margen de Charlize Theron, lo cierto es que nada funciona en esta entrega marcada por un maniqueísmo como hacía tiempo no se mostraba en una película supuestamente social, denunciatoria de la condición de la mujer de hace tan solo un par de décadas y construida, en realidad, para el gran lucimiento de su estrella principal.
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La cinta está construida en retrospectiva, con breves imágenes del presente punteando la reconstrucción del oprimente pasado. No es un rasgo definitorio, ya que de estar narrada la trama de modo cronológico nada cambiaría sustancialmente, pero permitiría un respiro. La directora intenta mantener la tensión de la historia haciendo que cada secuencia sea más tensa aun que la anterior, lo que la conduce muchas veces a un callejón sin salida del que debe salir cambiando de escenario y de tiempo y sentando a sus personajes en el estrado. Siempre, obviamente, con Josey en primer plano. También es lamentable que todos los conflictos, y los hay muchos, se resuelvan con una facilidad pasmosa. Definitivamente, en Tierra fría es más una suma de buenos propósitos, plagada de convencionalismos, que una obra redonda en su conjunto. Aunque la presencia de este elenco admirable (encabezado por la propia Charlize Theron, Richard Jenkins, Sissy Spacek, Sean Bean y Woody Harrelson), sin duda, se convierte en uno de los mejores incentivos para echarle un vistazo.
TIERRA FRÍA
Dirección: Niki Caro.
País: Estados Unidos, 2005.
Elenco: Charlize Theron, Elle Peterson, Thomas Curtis, Frances McDormand.
Duración: 126 minutos.
Género: Drama.
Cines: Cinemark y Supercines.