La exposición de la pintora ecuatoriana se abre al público mañana con 38 obras.  Estará abierta todos los días, de 10h00 a 22h00. La entrada cuesta un dólar.

El embalaje de las obras de la pintora ecuatoriana Araceli Gilbert (1914-1993) empezó el 27 de septiembre pasado. Su destino: el Palacio de Cristal (antiguo Mercado Sur).

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La empresa Global Art Transport recorrió las casas de los coleccionistas, quienes prestaron sus cuadros para la exposición pictórica de esta artista, que se inicia mañana y terminará el 14 de noviembre. En total son 38 obras: 23 de Guayaquil y 15 de Quito.

Rocío Schuback, representante para Guayaquil de Global Transport, explica que las pinturas se empaquetaron en forma hermética (... rodeadas de una tela blanca para que no se contamine el color) y llegaron al Palacio de Cristal dos días después, para luego iniciar el proceso de montaje de la muestra.

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Dos esculturas de Gilbert, una más maciza, con volumen; la otra más helicoidal (ambas de 1960), abren paso a tres pasillos en los que se exhiben las obras de la pintora, cuya tendencia fue el abstraccionismo geométrico.

Cada uno de ellos (los pasillos) destaca en el centro un cuadro en particular. La pintura que se encuentra en el fondo del primer pasillo se titula Composición con máscaras, de 1946. Es una de las más antiguas y en la que predomina el cubismo abstracto.

Lenin Oña, curador e investigador de la obra de Araceli Gilbert, señala que la pintora se destacó por introducir el abstraccionismo en Ecuador cuando existía un ambiente hegemonizado por el realismo social y la pintura indigenista.

Oña calcula que existen alrededor de 80 obras localizadas en diversos países, como Chile, Estados Unidos, Francia, Suecia y Brasil, “pero pueden haber más”.
La pintura geométrica predomina en el segundo pasillo y en el centro otra más que tiene historia, se titula : Réquiem por Sidney Bechet (1963). Oña hace suyas las palabras del crítico Hernán Rodríguez y comenta que esta pintura es de gran equilibrio formal y emocional. Es un homenaje a Bechet, un trompetista norteamericano. Es un cuadro que tiene diversos tonos de grises. Una especie de pentagrama, con líneas que suben y bajan como si fueran al ritmo de la música. El óleo termina con un fondo negro que indica el silencio... la muerte del músico.

Un tríptico llamado Calma encabeza el último pasillo. Oña analiza que la pintura es horizontal porque “todo lo horizontal indica tranquilidad, calma”. Al final, las paredes de la Urna de Cristal le dan espacio a Un elogio al círculo pintado sobre lienzo en 1978.

La crítica Trinidad Pérez, en el libro titulado Araceli de Lenin Oña, opina que la obra de Gilbert es fiel a preceptos del arte concreto. “Su pintura pretende una comunicación directa e intensa con el espectador a través de la reducción del lenguaje artístico a sus elementos más esenciales: plano, línea y color”.