A medio camino entre El silencio de los inocentes y Seven, y con la perenne influencia de Hitchcock, Robando vidas, segundo largometraje del norteamericano D.J. Caruso, gira en torno a un asesino en serie que se apodera de la personalidad e incluso del semblante físico de sus víctimas en un macabro intento por vivir otras vidas y huir de la propia, extremadamente marcada por su infancia.