Una polémica en torno a una campaña publicitaria católica contra la inminente aprobación del divorcio en Chile se extendió este sábado al seno de la iglesia.
Los avisos son difundidos por los canales de la televisión, exceptuada la red estatal, y advierten de grandes aumentos mundiales de pobreza y delito como secuela de la disolución de los matrimonios al amparo de una legislación divorcista.
La campaña, patrocinada por la Vicaría de la Familia del Arzobispado de Santiago, "es poco feliz", dijo a la prensa el sacerdote Antonio Delfau, director de la influyente revista Mensaje de la congregación jesuita.
"Esta es la situación de los hijos de divorciados: se duplicó la mentira, aumentó la violencia escolar, aumentó el alcoholismo. No copiemos lo malo", expresa en tono grave y dramático el locutor de los avisos televisivos.
La propaganda de la Vicaría, criticada como "una acción de terrorismo" por sectores laicos, recibió un primer inesperado rechazo de parte del padre Felipe Berrios, quien en una carta pública difundida el viernes dijo que los contenidos estigmatizan a los descendientes de matrimonios quebrados.
"Lo que nos toca (a los miembros de la Iglesia) es pedir perdón" por ello, manifestó Berrios, exhortando al retiro de los avisos.
La campaña no será suspendida, aunque quizá sea modificada su forma, respondió a la AFP un portavoz de la Vicaría.
El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, había respaldado en la semana los mensajes, destacando la intención positiva de defensa de la unidad matrimonial y negando una agresión ideológica a los hijos de los cónyuges separados.
"Junto con pedir perdón, hay que darse cuenta que se debe tener mucho cuidado con los métodos", según Delfau, quien es profesor de ética en la Universidad local "Alberto Hurtado".
La propuesta ley para aplicar el divorcio en Chile fue aprobada este año por la Cámara de Diputados y por el Senado y su amplio margen de votación augura su vigencia desde comienzos de 2004, tras la discusión parlamentaria de su articulado en lo que resta del año.
Sin contar a El Vaticano, Chile es actualmente el único país occidental que no tiene ley de divorcio.
En medio de la polémica en los últimos días, el jefe de la Vicaría de la Familia, Jaime Fernández, informó que la estadística que avalaría la relación entre divorcios y delitos y descomposición social fue obtenida de un asesor del presidente de Estados Unidos, George Bush.
Los estatales servicios de la Mujer y de Menores informaron que en Chile no existen evidencias científicas que vinculen una ley de divorcio con alzas de drogadicción y delitos y que tales males son el resultado de una "compleja problemática" de muchos componentes sociales.
Abandonando argumentos diversos a favor de la indisolubilidad del matrimonio, con los avisos en la televisión, sectores de la Iglesia optaron por "el camino equivocado de mirar a la galería y asustarla", criticó el abogado y catedrático de la Universidad santiaguina Diego Portales en un artículo en el diario La Tercera de este sábado.