María Valencia Gaitán nació 22 años después de que su abuelo, Jorge Eliécer Gaitán, fuera asesinado en Bogotá, el 9 de abril de 1948. Él fue un líder popular que enroló las filas del partido liberal colombiano y era considerado por el pueblo como su defensor.

Valencia conocía del trajinar político de Gaitán. Lo leyó en los libros de historia colombiana y lo escuchó de su madre, Gloria Gaitán Jaramillo, única hija del populista.

No obstante, fue cuando decidió realizar un documental sobre la vida de su abuelo que entendió lo que realmente había sucedido en Colombia “y empecé a darle la importancia que Gaitán tiene en la historia política de mi país”, dijo.

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Con su primera cinta ¡Gaitán sí!, quiso rendir homenaje a su abuelo. Por ello esta reconstruye los hechos más importantes en la vida política y familiar de su protagonista. Pero, cuando se planteó rodar 9 de abril de 1948, se dio cuenta de que sus trabajos se habían convertido en una tribuna que le permitió al pueblo opinar sobre lo que ocurrió en Colombia en esa fecha. “Es la historia contada por quienes la vivieron”, anotó.

Este segundo documental es parte de una trilogía titulada Las profecías de Gaitán, cuyo tercer filme está en proceso. Es también un recuento de lo  que sucedió cuando miles de personas salieron a las calles para protestar por la muerte de su líder y fueron reprimidas por el régimen conservador de Mariano Ospina Pérez. En el enfrentamiento murieron 15.000 personas y dio origen al llamado “bogotazo”.

El hecho, según Valencia, fue el inicio de lo que hoy se vive en Colombia. Unos enfrentándose contra otros: los paramilitares, que defienden a la oligarquía, y la guerrilla, que asegura busca el bienestar del pueblo. En algunos aspectos el pensamiento de Gaitán se distorsionó. “Él no fue liberal, su tendencia era socialista, porque quería liberar al pueblo de la oligarquía”, acotó Valencia.

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La muerte de Gaitán desató los enfrentamientos, porque, precisó la documentalista, el pueblo sentía que él lo representaba y al no tenerlo se sintió solo. “Hoy está a la deriva, sin estructura ni educación política y en medio de una lucha que no parece terminar”.

Cine memoria
El juego de Cuba, del español Manuel Martín, se proyecta hoy, a las 15h00, en el auditorio del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) (Malecón 2000).

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El diablo nunca duerme (The devil never sleeps), de la directora chicana Lourdes Portillo, a las 17h00. El documental recoge leyendas de traición, pasión y lujuria.

Tishe!, del ruso Victor Kossakovski, a las 17h00. La cinta muestra una intersección de San Petersburgo, donde los obreros tratan de reparar una calle.

Bowling for Columbine, del norteamericano Michael Moore, se exhibirá a las 21h00, en la clausura del festival. Las entradas cuestan $ 3, general y $ 2, estudiantes.

 
 

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