Miles de argentinos despidieron este jueves, entre aplausos, lágrimas y pañuelos al aire a la popular actriz y cantante Tita Merello, quien falleció el martes a los 98 años, tras estar internada varios años en una clínica privada porteña.
Antes de ser sepultada en el cementerio capitalino de la Chacarita, un cortejo fúnebre con los restos de Tita Merello recorrió varios barrios porteños que estuvieron relacionados con la vida de la artista conocida en toda América Latina, que brilló en el cine, el teatro, la televisión y la música entre los años 30 y 70.
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A su paso, la caravana acompañada por un camión de bomberos recibió el saludo de miles de porteños, la mayoría adultos que siguieron la larga trayectoria profesional de la precursora del cine sonoro argentino.
Luego de una misa en la iglesia San Pedro Telmo, el cortejo pasó por la vivienda del barrio de San Telmo donde nació la "morocha argentina" y luego por la céntrica calle Corrientes, emblema de Buenos Aires, donde se erige un monolito en su memoria.
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Los restos de la también llamada "Tita de Buenos Aires" fueron sepultados luego en el panteón de actores de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic).
Allí centenares de personas cantaron el Himno Nacional y, también, emocionadas, las estrofas de los tangos que la hicieron famosa.
Laura Ana Merello, Tita, fue una de las precursoras del cine sonoro argentino, en el que debutó en 1933, y filmó 34 películas en total, destacándose además como cantante de tango con un particular estilo que la hizo famosa en el resto de la región.
Estrenó el cine sonoro con la película "Tango" (1933) de Luis Moglia Barth y luego protagonizó, entre las más destacadas, "La Fuga" (1937), "Arrabalera" (1950) y "Las barras bravas" (1985), su última actuación.
Comenzó su carrera artística en 1920, cuando debutó como corista de teatro de revistas en la sala Bataclan, en los bajos cerca del puerto de Buenos Aires, mientras que dos años más tarde pasó a ser vedette en el teatro céntrico Maipo, donde interpretaba el tango "Pedime lo que querés", de Francisco Canaro.
Mujer intuitiva, de gran carácter y personalidad, Tita Merello comenzó en 1927 como cantante, actividad en la que destacó por su voz potente y su modo informal al interpretar tangos como "Qué Careta", "Mi papito" y especialmente "Se dice de mí" de Canaro y Pelay, su canción más representativa y autobiográfica.
A comienzos de los años 30, popularizó dos tangos sobre la crisis económica del país en aquel momento, similar a la actual, llamados "]Dónde hay un mango (peso)?" y "Los amores con la crisis".
El título "]Dónde hay un mango?" trascendió siete décadas y se transformó en una frase popular en la actualidad, cuando Argentina atraviesa la peor crisis económica en un siglo.
En el teatro mostró varias facetas y cultivó distintos géneros, destacándose entre otras en "El conventillo de la Paloma", "Hombres en mi vida" y "Buenos Aires de ayer y hoy".
Aunque nunca fue una militante, simpatizaba con el gobierno de Juan Perón (1946-55), pero al ser derrocado en 1955, a la actriz se le cerraron todas las puertas y hasta sufrió agresiones, por lo que se marchó a México, de donde retornó en 1957.
A su regreso se inclinó rápidamente por la naciente televisión, formato que con el paso del tiempo cambió por la radio.
Nacida el 11 de octubre de 1904 en el tradicional barrio porteño de San Telmo, la popular Tita tuvo una infancia difícil, criada en un asilo rodeada de carencias afectivas y materiales.
Desde 1998, vivía recluída en una habitación de la Fundación Favaloro donde permaneció sin levantarse desde que cumplió 98 años hasta su muerte, el martes pasado.