Tras doce años de carrera y más de cinco millones de discos vendidos, el cantante puertorriqueño Jerry Rivera deja atrás su cara de niño para comenzar un período de madurez personal y artístico. Debutó en la música como intérprete de salsa romántica, pero su más reciente material, titulado Vuela muy alto, confirma su interés por la balada y el pop, lo cual, según el artista, no debe sorprender “porque dentro de la salsa siempre traté de hacer cosas diferentes”. El tema Amores como el nuestro, por ejemplo, comienza con un estilo de música clásica, con trompetas que tocan como si fueran píccolos. La orquesta está marcando salsa, mientras que las trompetas la música clásica. En Un amor verdadero gran parte de la interpretación es reggae, luego cambia a chachachá y nunca a salsa. “Hace cuatro años grabé un disco que contenía un bolero. Quise grabar más, pero no tuve la oportunidad”, dice.

En el último álbum de Jerry Rivera predominan las canciones suaves y el sentimiento amoroso. Del total de los doce cortes de Vuela muy alto, del sello BMG, siete temas son lentos y románticos, y cinco tienen ritmos más agresivos. Cuatro de estos últimos son temas de salsa, y uno, titulado  No puedo olvidarte, es un son cubano. La canción Hablemos el idioma del amor, compuesta por el intérprete, comienza como una canción romántica y va cambiando de ritmo hasta convertirse en un tema de salsa. “Quise hacer el tema con un matiz suave y romántico, y orquestarlo para que la gente no descubriera su verdadero género musical, sino hasta cuando va entrando en salsa”, revela Jerry Rivera.

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No lo entiendo y Hoy me juraré también forman parte del disco y fueron compuestos por la hermana menor de su intérprete, Saned Rivera, quien tiene dos discos en el mercado.

Jerry Rivera, cuyo nombre de pila es Gerardo Rivera Rodríguez, nació el 31 de julio de 1973 en Santurce, Puerto Rico, en el seno de una familia de profunda vocación musical. Su padre, Edwin Rivera, miembro de un trío muy popular de la isla, y su madre, Sandy, compositora y también cantante aficionada, le inculcaron el amor por la música desde muy pequeño.

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A los 15 años grabó el tema con el cual inició su carrera profesional. Empezando a vivir fue el título de su primer álbum. El segundo fue Abriendo puertas y después Cuenta conmigo, álbum con el cual consiguió diez Discos de Platino en Latinoamérica y Estados Unidos, y ganó dos premios Lo Nuestro como Mejor Disco del Año y Mejor Intérprete Masculino. El álbum superó el millón de copias vendidas en el mundo y la compañía discográfica a la que entonces pertenecía (Sony) le entregó el Globo de Cristal, por alcanzar tal cantidad de ventas por ese trabajo.

Jerry Rivera grabó su cuarto álbum, titulado Cara de niño, en 1993. Le siguieron los álbumes Lo nuevo y lo mejor, Magia, Fresco, Ya no soy el niño aquel, De otra manera y Para siempre, disco que grabó en el año 2000.