Estos productos recuerdan a los primeros medicamentos –los galénicos–, porque se presentan en forma de extractos, pomadas, mezclas de plantas molidas y encapsuladas o tabletas que contienen múltiples compuestos naturales. Pero se distinguen de ellos porque el conocimiento científico sobre la acción de sus componentes está mejor fundamentado y la elaboración misma del producto requiere nuevas tecnologías.