El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, nos visita en estos días. Nos congratulamos por ello, porque con este hermoso país hemos mantenido una relación de hermandad; nuestro ejército, especialmente, por mucho más de un siglo. A mediados del siglo XX, en conjunto con Perú, las tres naciones proclamamos la tesis del mar territorial de 200 millas, habiendo sido Ecuador su paladín en la llamada Guerra del Atún. Nuestra tesis conjunta influyó notablemente en el desarrollo de la Convención Mundial del Derecho del Mar.
Nuestra preocupación presente se produce por las tesis intervencionistas en Venezuela, proclamadas públicamente por el presidente Kast, y que acaba de ratificarlas, junto con el presidente de Argentina, Javier Milei, en visita que le hizo en estos mismos días. Esa fue la primera visita internacional del presidente chileno, y su segunda es al Ecuador. La posición tanto de Chile como de Argentina son abiertamente agresivas contra Venezuela, en momentos en los que Estados Unidos ha desplegado una formidable flota en el mar Caribe, delante de la costa de Venezuela, y está apresando a buques que transportan petróleo venezolano, en lo que ha sido considerado un acto de piratería. Sin contar con que Estados Unidos está hundiendo, con misiles, pequeñas embarcaciones de pescadores en dicha zona, en aguas internacionales, acusándolas, sin pruebas, de transportar droga.
La situación se agrava por el apoyo, inclusive militar, a Venezuela por parte de Rusia y China, con lo que nuestra región enfrenta posibles acciones bélicas intercontinentales. Se diría que puede quedar relegada la proclama norteamericana de 1823, de “América para los americanos”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifiesta que Venezuela debe devolverle “su” petróleo, con lo que confirma su interés por apoderarse de las mayores reservas de petróleo del mundo. Previsoramente, Venezuela ha acordado conceder a China derechos a largo plazo sobre su petróleo.
Para confirmar las pretensiones imperialistas de la gran potencia del norte, su gobierno acaba de designar un funcionario especial encargado expresamente de obtener que Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca, miembro de la Unión Europea, pase a formar parte de los Estados Unidos. Dinamarca ha protestado. Se recordará que el presidente Trump dijo que Canadá debería ser un estado más de Estados Unidos. Canadá protestó tajantemente.
Cuando en 1961, en Punta del Este, Estados Unidos planteó la expulsión de la OEA de la Cuba de Fidel Castro, para lo que se necesitaba de 13 votos afirmativos, Ecuador, con su abstención, no se alineó con EE. UU., pero hubo 4 votos expresamente contrarios: México, Brasil, Argentina y Chile.
Se está produciendo, en este momento, una división interna en América Latina: entre los que apoyan las acciones de EE. UU. contra Venezuela y de los que se oponen a cualquier intervención en ese país. Es gravísima la amenaza del presidente Trump: de que después de liquidar a Maduro, hará lo propio con Petro.
Es el derecho internacional el que puede defendernos del imperialismo. (O)











