El furor electoral se desvanece y urge la reflexión sobre algunos aspectos. Los votantes ecuatorianos respaldaron al joven presidente, que en estos meses gobernó el país en medio de un conflicto armado que no termina por resolverse. Ese joven asumió un país destrozado por las consecuencias de la pandemia y la efervescencia del crimen organizado.

El resultado de las elecciones son la ratificación de que se espera más del presidente Daniel Noboa y su gabinete. Y queda claro que en Ecuador triunfan las figuras individuales; mientras las propuestas partidistas no logran convencer. Posiblemente porque estamos desilusionados de las mafias políticas y los bonitos discursos que no se compadecen con la realidad.

Nuevo comienzo

Estoy segura de que todos deseamos que la educación, la alimentación y la salud estén garantizados para las familias. Pero, en lo cotidiano, las promesas políticas no se alcanzan y la superación de la pobreza no se concreta para la mayoría y tanto es así que en nuestro país vemos a miles de venezolanos y los encontramos mendigando en las esquinas. ¡Es cierto!, también huyen de Ecuador, Cuba, Haití u otros confines, en busca de mejores ingresos económicos y a la vuelta son deportados o en el peor de los casos encerrados como delincuentes.

Por cada ciudadano que huye debería haber políticos que presenten alternativas y trabajen por estas. Pero, los políticos son acusados de corrupción, nepotismo o robo de recursos públicos, de ahí que los pueblos busquen a figuras como Daniel Noboa. Y los datos son contundentes, por ejemplo, en la Sierra centro, donde se asientan pueblos indígenas, en su mayoría de nacionalidad kichwa, respaldaron a Noboa.

Lecturas del 13 de abril

Y esos resultados se veían venir, en las semanas pasadas pregunté a varios amigos indígenas y la respuesta fue unánime, votan por la esperanza amasada con la ilusión de libertad. Porque en las cordilleras andinas la gente no quiere únicamente la acción del Estado, desea trabajar y emprender, labrar el futuro con sus manos. Por ejemplo, en Tungurahua las comunidades indígenas crearon iniciativas propias y hoy lideran un grupo de cooperativas de ahorro y crédito que sirven a los pequeños productores.

En todos los rincones del Ecuador cada día la gente sueña con concretar emprendimientos económicos. Y en esa aspiración la figura de Daniel Noboa crea esperanza de nuevos días. Generalmente el pueblo ecuatoriano se caracteriza por su amabilidad y amor por el trabajo, de ahí que los discursos de odio, insulto o división no sean los que cuajan en este particular momento.

Sr. presidente

Hace unos años nos describíamos como una “isla de paz” y los rezagos de esa identidad todavía perduran y se contraponen a la actual violencia estructural. Por eso, la gente ecuatoriana está saturada de tanta intimidación; de ahí que los mítines políticos embebidos de agresividad no logran calar en lo profundo del ser ecuatoriano.

Terminó la campaña y ya tenemos presidente, ojalá tengamos una Asamblea que priorice el bien del país y detenga el espectáculo agresivo visto en la campaña electoral. (O)