Decía el insigne jurista italiano Francesco Carnelutti: “Esto de ser el juez un hombre, y de deber ser más que un hombre, constituye su drama”. Esta frase sintetiza la enorme complejidad, el gran desafío que constituye ser juez.

Elección de tres jueces de la Corte Constitucional: alertan de un posible conflicto de intereses

Los jueces enfrentan la teoría con la práctica, las proclamaciones y reglas de las leyes con los casos concretos. Cada uno/a tiene una experiencia de vida que lo ha marcado para bien o para mal. Cada uno tiene preconceptos que no pueden llevarlo/a a la discriminación. Las leyes, decía Carnelutti, son un producto semielaborado. Su producción final la concluyen los jueces. Estos deberían ser una inspiración para los abogados, para los estudiantes de Derecho y para los ciudadanos en general. El Derecho es una ciencia social que no se agota con las descripciones de las normas. Los vacíos de esta se llenan con analogía, con jurisprudencia, con la “creación” de las soluciones que no contienen las leyes. ¿Qué tan “creadores” pueden ser los jueces y juezas? Es uno de los enigmas que preocupan a los estudiosos del Derecho. Los jueces de la Corte Constitucional tienen un papel preponderante en la vida de los Estados y de la sociedad en general por el carácter irrecurrible de sus decisiones, por la trascendencia de estas, por el carácter generalmente obligatorio de ellas y porque, reiteradamente, son “creadoras” de Derecho.

La selección de los jueces constitucionales es uno de los aspectos más trascendentes de la vida republicana. Su proceso debe estar construido sobre la base de la transparencia y de la corrección, elementos que deben ser totalmente comprobables. Como tantos ecuatorianos, no les tengo mayor fe a los concursos de cargos importantes del Estado, pero, siendo justos, los procesos de designación de los jueces constitucionales de los últimos tiempos no han estado salpicados por las dudas y las sospechas. Eso ya es bastante.

Concurso público para designar a tres jueces de la Corte Constitucional avanza con dudas sobre la comisión que los elige y los candidatos

El presidente de la comisión de selección de los tres nuevos jueces de la Corte Constitucional, Juan Izquierdo, luce especialmente esmerado por la consolidación de la seriedad y la transparencia del proceso. La incorporación expresa en el reglamento de la publicidad del proceso, de la credibilidad de los candidatos, de la especialidad en Derecho Constitucional son muy buenos síntomas. Las personas que han aceptado ser parte de dicha comisión deben estar conscientes de la gravedad del encargo. No faltará quien les eche la culpa por la calidad de las sentencias que dicten los nuevos jueces.

Ojalá los noveles jueces estén a la altura de los tiempos. Alguna vez di una conferencia en Lima, Perú, con el expresidente de la Corte Suprema de Costa Rica Luis Paulino Mora, quien decía que la independencia que importa es la independencia frente al expediente judicial.

Renovación de la Corte Constitucional

En temas de justicia quienes hacemos opinión debemos ser muy cuidadosos y justos: ni alabanciosos ni críticos sin sustento de los jueces, y por supuesto, no mezclar lo profesional. Siempre recordando lo que decía el maestro Francesco Carnelutti: “Esto de ser el juez un hombre, y de deber ser más que un hombre, constituye su drama”. Que Dios ilumine a los nuevos jueces de la Corte Constitucional y a la comisión. (O)