No hay duda de que Nayib Bukele es el líder autoritario, o quizás valga la pena decir, el dictador más exitoso de América Latina en el siglo XXI. Ha logrado lo que muchos otros tiranos han soñado: destruir las instituciones democráticas de su país, controlar todos los poderes del Estado, silenciar a la oposición y a la prensa crítica, y proyectarse como un modelo de gobernante autoritario para toda la región.