En mi larga trayectoria como capacitador empresarial he visto gran cantidad de profesionales, tales como mecánicos, doctores, abogados, arquitectos, ingenieros, profesores, etc., desempeñándose en sus cargos practicando habilidades duras (hard skills), con gran maestría algunos de ellos, pero son muy toscos y ásperos en el trato con sus clientes. La estrategia de cultura y servicio al cliente es una de tantas habilidades blandas (soft skills), que he impartido como docente, que muy pocos brindan para embelesar a sus clientes y satisfacer sus necesidades. De tal manera que, de nada sirve tener un completo lote de herramientas, si no se sabe cómo usarlas.

Asimismo, un experimentado médico conocer sobre medicina, si no es empático con sus pacientes. Un buen profesor, si no cuenta con una gran dosis de paciencia y amor para enseñar. Un hábil conductor, si no saluda a sus pasajeros y así por el estilo. De ahí la importancia de tomar cursos, seminarios, conferencias, etc., sobre la relevancia de las habilidades blandas para optimizar el desarrollo profesional del talento humano, en todo tipo de empresas a nivel nacional como internacional, en el que laboran jóvenes recién graduados de bachilleres y en los primeros años de estudios superiores de todas las carreras y especializaciones habidas y por haber, donde su objetivo general sea potenciar estas habilidades en el liderazgo del talento humano, mediante una metodología constructivista y pensamiento crítico, para que puedan alcanzar roles de mayor relevancia en la empresa u organización en Ecuador y el mundo.

Instituciones en países sumamente desarrollados como Francia, Canadá, EE. UU., España, Singapur, etc., han estado practicando habilidades blandas, desde hace ya muchos años con resultados por demás satisfactorios ¿Cuándo se mencionará a Ecuador como uno de ellos? (O)

Publicidad

Luis Alberto Hurtado Riera, Guayaquil