He colaborado con muchos medios de comunicación ecuatorianos... “que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo”, cantó León Felipe y le hice caso. Pero este trashumante profesar no me llevó a colaborar nunca con el diario Hoy, a pesar de que, desde que se fundó hace treinta y un años, tuve siempre numerosos amigos entre sus personeros. Probablemente la línea socialdemócrata que lo ha caracterizado impidió un acercamiento más concreto. Que un periódico tenga una línea política no es malo, tampoco es obligatorio, lo que sí es siempre imperativo es tomar partido por la libertad, pues esta es el mar en que vivimos los del cardumen comunicacional, y por la ética, que debe ser el oxígeno que respiramos. Esto no ha faltado en Hoy, que enfrentó varias veces en la últimas tres décadas los embates despóticos y antirrepublicanos de varios gobiernos.
Para la mentalidad que prevalece en el actual régimen, los peores monstruos son las grandes empresas periodísticas. Bueno, Hoy es una empresa pequeña, ¡y lo dicen! Entonces, ¿cuál es el problema con un titular que pudo estar mejor expresado? No es una calumnia ni una declaración sedicente. ¿A qué tanta cadena (¡cómo les fascinan las cadenas!) y tanta alharaca? Es que el tema no es el tamaño de las empresas, no están contra los grandes barones de la prensa, ni contra las oligarquías periodísticas, ni contra los dragones, banqueros y ballenas. No, el asunto es contra la crítica y la discrepancia, sea cual fuere su origen. Con sarcasmo, que ellos pretenden sea ironía, preguntaban hace unos meses si aún existe el diario Hoy, ahora resulta que una información secundaria publicada allí es capaz de movilizar a todo el descomunal aparato propagandístico gubernamental. Es que lo importante es escarmentar a los obstinados, esos "que no entienden" que hemos entrado en la Nueva Época del Suma Waksay y que vamos hacia la Sociedad del Conocimiento bajo una Nueva Matriz Productiva. Amén... Qué lindo es escribir con clichés, solo las bestias salvajes insisten en elaborar pensamiento original.
Y claro, ninguna coincidencia, en esta misma semana, con un proyecto reformado “between coks and half night”, que se impone por sorpresa, sin posibilidad de debatir, se dicta la LOCA (Ley Orgánica de Comunicación Amordazada). Tan fue entre aves y oscuridad cambiada la propuesta, que la mayor parte de los mismísimos y docilísimos diputados del bloque gobiernista no conocían el contenido de las disposiciones súbitamente incorporadas. Nada sorprendente, el teratoma de Montecristi fue aprobado de manera parecida, llamando de urgencia a un español, para que les haga el traje a la medida. Y las costureritas aplaudieron, y cantaron, y lloraron. Hay indignación internacional contra la LOCA, que arrasará con lo que queda de libertad de expresión. Como lo hizo el diario Hoy en su momento, todos los periódicos del país escribieron páginas de dignidad y entereza contra los intentos autoritarios, ahora deben estar a la altura de su propia historia. Espejo, Montalvo, Calle nos interpelan.