El secuestro de Froilán C., un chofer del bus urbano Grupo 8 del cantón Quevedo, se ha viralizado en las últimas horas en redes sociales.
Ocurrió a las 11:00 de este martes 9 de julio, al mismo tiempo que parte del gremio de la transportación anunciaba una paralización de 48 horas por los colegas que han muerto y otros dirigentes se reunían con el Gobierno en una mesa de seguridad para pedir medidas urgentes, porque aseguran que recorrer las vías del país es cada vez más peligroso.
El secuestro del conductor quedó grabado en video y en las imágenes se ve a tres delincuentes armados que abordan el bus y en medio de pasajeros, mujeres, niños y estudiantes, se lo llevan a la fuerza. A Froilán lo sacan a patadas del carro, mientras que otro cómplice desvalija a los usuarios.
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En esa misma zona, hace un año, Abel iba con su esposa por el anillo vial de Quevedo llevando mercadería en un camión cuando fue sorprendido por una camioneta negra que empezó a cerrarle el paso.
El chofer dice que no paró la marcha y que un hombre le empezó a disparar. Los tiros impactaron en el parabrisas, pero milagrosamente no alcanzaron a la pareja.
Así empezó una persecución que duró algunos minutos y el conductor cuenta que terminó refugiándose en un motel que encontró unos kilómetros más adelante. Apurado ingresó el camión al predio, ubicado junto a un burdel, y llamó a la Policía.
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Abel dice que los uniformados llegaron horas después y que fue la peor experiencia porque iba con su esposa.
Eso bastó para que este hombre de 45 años decidiera dejar su natal Manta y mudarse con su familia a Guayaquil, donde ahora trabaja como conductor de aplicación. Dice sentirse más tranquilo, aunque hay zonas de la urbe porteña donde prefiere no trabajar.
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Pedro es otro chofer que analiza la posibilidad de dejar su trabajo. Él cubre desde hace quince años la ruta Guayaquil-Cuenca-Guayaquil y cuenta que varias veces ha sido sorprendido en la carretera, pero se ha salvado.
En abril pasado le dispararon ocho tiros al parabrisas cuando iba por el kilómetro 26 del sector Virgen de Fátima, en Guayas.
Pedro cuenta que al bajar la velocidad, en el radar de la zona salió de una guardarraya una camioneta desde la que sacaron dos armas de cada lado y abrieron fuego contra el vehículo.
“De milagro nadie resultó herido”, dice el conductor oriundo de Cuenca, quien señala que tuvieron que reemplazar el parabrisas, la ventana de su lado y hasta el volante, que fue alcanzado por un tiro.
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Estos son solo unos casos de los cientos de historias de terror que pueden contar los transportistas. No importa si son choferes de buses interprovinciales, de furgonetas o de camiones y tráileres que llevan mercadería. Todos ellos coinciden en que hay algunas rutas de Ecuador que no están dispuestos a volver a tomar.
Este martes, temprano, ellos pidieron la militarización de las carreteras y tras una reunión, el Gobierno anunció que en seis provincias: Guayas, Santo Domingo, El Oro, Los Ríos, Manabí y Azuay, se harán controles y operativos en las carreteras.
De esas acciones no se brindarán mayores detalles para evitar la fuga de información, dijo el subsecretario Luis Ávila, pero aseguró que los militares harían operativos de control de armas y que cada lunes se reunirían con el gremio para revisar los resultados.
Solo en 2024 en Ecuador se han reportado al ECU911 un total de 238 alertas por robos en ejes viales, pero los conductores señalan que esa cifra incluso se queda corta porque en ciertas carreteras no hay señal y algunas personas no denuncian ni llaman a la Policía tras un robo o un intento de secuestro.
En 2023 la cifra de alertas por robos en carreteras terminó en 545 casos, en 2022 hubo 409 asaltos de este tipo reportados a la línea de ayuda; en 2021 fueron 342 y en 2020 en total se dieron 203 llamadas relacionadas con este delito.
Según el sistema estadístico de ECU911, en los últimos cinco años se han reportado 1.736 robos en las carreteras y Guayas es la provincia con la mayor incidencia, con 1.001 casos.
Solo en el primer semestre del 2024 en Guayas van 147 reportes, seguido de El Oro, con 29 casos; Los Ríos, con 13; y Santo Domingo de los Tsáchilas, con 11 alertas. (I)
