Carmen, una guayaquileña de 68 años, pasó cuatro días llenos de angustia entre el Centro de Privación de Libertad Guayas, conocido como la Penitenciaría del Litoral, ubicada en el kilómetro 19 de la vía a Daule, y la Unidad Judicial en el Albán Borja, para tramitar la salida de su hijo de prisión.