En la sala de su casa, en una lona de un metro cuadrado, Jenny Chalén ha puesto la foto de su hija Emily junto a una frase: “Tu rostro de alegría será siempre nuestra motivación en los momentos difíciles, siempre tuviste una sonrisa para todos”. Jenny mira la foto de su niña todos los días. Era su primera hija, la que la seguía para todo lado. “Caramba, que la cometa no vuela sin el rabo”, le decía Jenny, cuando Emily la veía salir y corría detrás de ella.