María Olga, de 38 años, estaba como cada noche vendiendo maduros asados afuera de un centro comercial ubicado en la ciudadela Kennedy cuando sujetos armados acribillaron a un motociclista a pocos metros de ella. Ocurrió a las 19:50 del jueves.

La mujer fue alcanzada también por una de las balas y su historia de supervivencia sus familiares la consideran un milagro, pues estuvo cuatro horas sin atención médica con el disparo en el pecho.

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Recorrió más de ocho clínicas en el balde de la camioneta de su primo y no la querían atender porque la familia no había puesto la denuncia en la Fiscalía.

Segundo Pilahisín, su esposo, cuenta que a María Olga los policías primero la quisieron ingresar a la clínica privada ubicada junto al centro comercial, pero supuestamente no la quisieron recibir porque no tenía seguro.

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El hombre asesinado afuera de un centro comercial en la Kennedy tenía dos antecedentes penales, según Policía

Entonces en patrullero fue llevada hasta el hospital Guayaquil, donde, según Segundo, tampoco la tendieron inmediatamente por la falta de denuncia.

El esposo de María Olga dice que a esa misma hora se había dado una balacera en el suburbio y habían varios heridos en el área de Emergencia.

Entonces decidió sacarla de ese hospital público y llevarla a una clínica privada con la esperanza de que tenga una atención rápida, pero se llevó la sorpresa de que tampoco la querían recibir porque aún no tenían la denuncia.

La mujer, oriunda de Ambato, recorrió ocho clínicas mientras se desangraba.

Cerca de las 10:00 su esposo llegó a la Fiscalía para poner la denuncia y cuenta que en la entidad se demoraron más de una hora en hacer el trámite. Recién cuando llegó a la clínica con el documento ingresaron a María Olga y le colocaron suero. Ella ya no estaba consciente.

La víctima colateral fue operada la mañana de viernes y este lunes recibió el alta médica.

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La familia debió endeudarse para salvarle la vida. Cuenta que han gastado cerca de 5.000 dólares entre gastos de clínica, y medicamentos. Además su esposo alquiló una habitación en el centro de la urbe para que ella se recupere porque señala que viven en una zona lejana de Durán, donde por el invierno el ingreso es complejo.

Segundo pide que el protocolo de atención en los hospitales se cambie, pues asegura que por la falta de denuncia se pierden vidas inocentes. (I)