La nueva masacre en las cárceles, esta vez con un saldo de al menos 100 internos de la Penitenciaría del Litoral fallecidos, pone en evidencia que el sistema de rehabilitación no ha cambiado su realidad por más de que hace dos meses haya sido declarado en estado de emergencia y luego de dos años anteriores en los que se decretó estados de excepción, igual que ahora.