Un artefacto explosivo estalló en un negocio de confección de uniformes situado en las calles Pedro Pablo Gómez entre la 14 y la 15, en el suburbio de Guayaquil. Este hecho ocurrió alrededor de las 02:30 de este sábado, 23 de diciembre.

El lugar del atentado se ubica a pocos metros de la Unidad Policía Comunitaria (UPC), situada en la esquina de 14 y Pedro Pablo Gómez. Esta sede permanece abandonada desde noviembre del año pasado cuando se dio un atentado que dejó un policía muerto y otro herido.

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Según cámaras de seguridad, esta madrugada, un sujeto llegó caminando al negocio y luego de verificar el sitio, lanzó el explosivo hacia la fachada. Producto del estallido una humareda se formó en el sitio.

Esta mañana, en la zona aún se podía observar los daños que quedaron en la fachada del negocio. Hubo afectaciones en una puerta, además en un aire acondicionado y techado exterior.

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Los representantes del local indicaron que desde hace tres meses han recibido mensajes amenazantes para que entreguen un monto de $ 5.000 a cambio de no atentar en su contra, su familia y el negocio. Esta vez, las amenazas escalaron de los mensajes al atentado.

Una representante indicó que estos mensajes y amenazas han sido denunciadas a la Policía, pero no han cesado los seguimientos de los extorsionadores que les envían videos de sus actividades cotidianas para amedrentarlos con pedidos de dinero.

Por ello, ella pidió que la presencia policial sea permanente en la zona y en la UPC de la esquina.

“Nos envían videos haciendo nuestras actividades diarias, nos están obligando después de tantos años a que cerremos operaciones y tal vez movernos a provincia, donde no impacte tanto esto. Queremos evitar que esto se haga más grande”, indicó.

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Al menos 18 empleados se quedarían sin empleo en esta época navideña. “No es justo moralmente que uno tenga que vivir sometido ni trabajar con miedo”, dijo la dueña.

Esta mañana, obreros reemplazaban la puerta dañada por bloques de cemento para cerrar ese acceso al establecimiento.

Guayaquil convive con un crecimiento de los delitos extorsivos en un 230 % entre 2022 y el año en curso.

Entre el 1 de enero pasado y el 15 de diciembre anterior, el ECU911 tuvo el reporte de 1.443 alertas de extorsiones, aunque hay casos que no son denunciados por temor y otros que acceden al pago de la denominada “vacuna”. (I)