Los niveles de violencia marcan una cifra mayor de homicidios intencionales en el país en lo que va de este 2025 en relación con los años anteriores.

Al cierre del primer trimestre del año, entre el 1 de enero y el 31 de marzo, Ecuador sumó 2.361 muertes violentas que se torna en los niveles más altos de estadísticas en relación con los diez años recientes, que se agrupan en estadísticas del Ministerio del Interior.

Un día antes de las elecciones presidenciales, el 12 de abril anterior, el Gobierno declaró estado de excepción en las provincias de Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y Sucumbíos.

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La medida, que se extiende por 60 días, incluye además el Distrito Metropolitano de Quito de la provincia de Pichincha, y el cantón Camilo Ponce Enríquez de la provincia de Azuay.

Además, en Ecuador sigue la declaratoria de conflicto interno armado emitido en el Decreto Ejecutivo 111, en el que además se declaró a 22 grupos como terroristas.

En los recientes años, el Gobierno de turno ha dictado otros estados de excepción. Sin embargo, estas medidas no han frenado del todo la ocurrencia de eventos violentos, incluso a pesar de las intervenciones y constantes operativos del Bloque de Seguridad, integrado por policías y militares.

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En el comparativo de enero a marzo de 2014 a 2025, las cifras marcan un aumento considerable.

Entre 2014 a 2019, las cifras de ese primer semestre fluctuaron entre 250 a 381.

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A partir del 2020, en medio de la pandemia y restricciones propias de la crisis sanitaria, las muertes alcanzaron los 309 casos de enero a marzo y el siguiente año, en el mismo periodo, se escaló a 521.

Desde 2022 a 2025, a pesar de las medidas de estado de excepción dictadas a nivel nacional y también de manera focalizada, las cifras han continuado en ascenso.

En 2022 hubo 985 casos, en 2023 1.698, mientras en 2024, en que se dictó el conflicto interno armado, hubo un descenso a 1.428 en relación con el año anterior. Este 2025, en cambio, escaló a 2.361.

Este cuarto mes del año, los escenarios de violencia con víctimas colaterales y masacres han conmocionado a ciertas poblaciones.

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El pasado fin de semana, en El Carmen, en Manabí, hubo alarma en una gallera, donde hombres encapuchados incursionaron y mataron a doce personas y dejaron varios heridos. Por este caso, la Policía detuvo a cuatro supuestos implicados.

En Manta, en Manabí, el pasado domingo 20, cinco personas, incluyendo una menor, de 7 años, murieron en un ataque en una urbanización privada.

En la primera etapa de Socio Vivienda, en el noroeste de Guayaquil, un ataque violento terminó con la vida de un hombre y una mujer la mañana del reciente lunes, 21 de abril.

Este ataque habría estado dirigido hacia el hombre, sin embargo, los disparos también alcanzaron a una joven mujer, que resultó como víctima colateral. Ambos cuerpos quedaron tendidos sobre una acera, en medio de la consternación de los habitantes del populoso sector.

Según autoridades, la mayoría de eventos violentos tienen relación con disputas de poder entre bandas o la interna de los mismos grupos que han ido perdiendo cabecillas en eventos violentos o incluso han sido detenidos.

En la Zona 8, que se integra por Guayaquil, Durán y Samborondón, hay un ascenso marcado de muertes este año con 946 casos, mientras que en 2024 hubo 509 y en 2023 fueron 605.

El año pasado, por ejemplo, la banda Los Tiguerones recibió el golpe de la captura de alias Comandante Willy, cabecilla de esa agrupación delictiva, y su hermano alias Bronco en España. En estos días, en ese país, se define el proceso de extradición.

A partir de la aprehensión de estos dos cabecillas, en el sector de Nueva Prosperina, una de las zonas complejas de Guayaquil, la agrupación se dividió en las facciones de Tiguerones Igualitos y Tiguerones Fénix, lo que intensificó los escenarios de violencia, extorsiones y muertes violentas, que se han realizado con abandono de cadáveres en espacios públicos.

Justamente, en la zona de Socio Vivienda, que forma parte de ese distrito se vivió una serie de masacre que dejó 22 muertos, el 6 de marzo anterior.

En cambio, en Manabí, la Policía atribuye que se da una disputa de Los Choneros, cuyo cabecilla Adolfo Fito Macías se mantiene prófugo, y la banda Los Lobos, quienes buscan debilitar a los primeros y ganar territorio en localidades de esa provincia costera.

En la Zona 4, que incluye a Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas, se contabilizan 289 casos de muertes violentas en el primer trimestre del 2025, mientras que en el mismo periodo del 2023 y 2024 hubo 215 y 203 casos, en ese orden. (I)