La influenza H3N2, conocida popularmente como la “supergripe” por la intensidad de sus cuadros respiratorios, se ha convertido en una de las variantes estacionales más comunes y agresivas.
Sus síntomas suelen aparecer de forma repentina y pueden afectar seriamente el bienestar del paciente durante varios días.
Entre las señales más frecuentes se encuentra la fiebre alta, generalmente superior a los 38 °C, acompañada de tos seca persistente que, en muchos casos, puede extenderse hasta por dos semanas.
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También son habituales el dolor de garganta, los dolores musculares y corporales, la fatiga severa, el dolor de cabeza, la congestión o secreción nasal, además de escalofríos y episodios de sudoración.
Aunque la mayoría de las personas se recupera en alrededor de una semana sin necesidad de hospitalización, la H3N2 es capaz de generar complicaciones graves, especialmente en personas vulnerables.
El virus H3N2 es un subtipo de la influenza A y uno de los más estudiados por su capacidad de mutar y causar temporadas de gripe especialmente intensas.
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Este sábado, 20 de diciembre, el Ministerio de Salud Pública (MSP) informó que se ha confirmado el primer caso de influenza A (H3N2) variante K en Ecuador, correspondiente a un paciente en el austro del país.
El subclado K, según el Ministerio de Salud de Chile, es una variante del virus de la influenza A (H3N2). La influenza es un virus que cambia de manera natural con el tiempo, y estos cambios dan origen a distintas “ramas” del mismo virus, llamadas subclados.
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El subclado K no corresponde a un virus nuevo ni distinto, sino a una forma esperable de evolución del virus de la influenza estacional que ya circula en el mundo, explicó en su página web.
Paúl Cárdenas, especialista en enfermedades infecciosas y profesor universitario, explicó que la influenza H3N2 es un virus que circula normalmente de manera estacional en estos meses en el hemisferio norte; sin embargo, hay una variante llamada linaje K o clado K, que está relacionada con un contagio muy rápido.
Probablemente, agregó, se deba a que escapa a la inmunidad de las personas, es decir, es altamente infecciosa incluso en quienes se habían infectado previamente o habían recibido vacunas. (I)
