Policías armados se han apostado en los techos de las unidades de Policía Comunitaria (UPC) para estar atentos a la llegada de posibles atacantes. Los uniformados se turnan para esta vigilancia y con armas largas y cortas permanecen en lo alto de los retenes para alertar de alguna situación peligrosa al resto de los informados.

Incluso revisan los techos de casas vecinas y ventanales cercanos porque no saben de dónde puede llegar el ataque de las bandas.

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Esta nueva estrategia es evidente en varios sectores de Guayaquil; en las calles José Mascote y Bolivia está una UPC esquinera, donde los informados están también en el techo.

Ahí, los policías cerraron el acceso a las calles, colocando llantas, patrulleros que están atravesados y cintas de pared a pared para impedir que las motos suban por los portales.

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En las calles Nicolás Augusto González, entre Tulcán y Los Ríos, está la UPC Antepara. Ahí cerraron la calle y un policía permanece en el techo con un fusil. Foto: Carolina Pimentel

En Nicolás Augusto González, entre Los Ríos y Esmeraldas, también se aplicó esa estrategia. Un policía permanece con un fusil en lo alto de la unidad policial y bloquearon el acceso a esa calle.

Las unidades policiales en zonas de riesgo en Guayaquil están con barricadas y calles cerradas

Los vecinos dicen que antes se sentían más seguros con la UPC cerca de sus casas, pero ahora la situación se transformó en una preocupación para ellos por los ataques que han sufrido unidades policiales.

“Los niños ya no salen a jugar ni a comprar a la tienda”, comenta otro morador de este sector de Guayaquil.

Esto se suma a la colocación de sacos de arena y llantas en las entradas de los destacamentos para protegerlos de los disparos y de las detonaciones con explosivos que han herido a varios uniformados.

Las unidades Militares en zonas de riesgo en Guayaquil están con barricadas. Esta semana colocaron sacos en la Escuela de Infantería Aérea, en la avenida Pedro Menéndez Gilbert. FOTO Jorge Guzmán Foto: El Universo

Estos obstáculos también empezaron a colocarse esta semana en las entradas de recintos de las Fuerzas Armadas como el Fuerte Militar Huancavilca, en la vía a Daule, y en la Escuela de Infantería Aérea, en la avenida Pedro Menéndez Gilbert.

En una semana al menos 15 unidades policiales de tres provincias han sido afectadas en los ataques de varias bandas. Estos atentados empezaron el martes 1 de noviembre para tratar de evitar el traslado y reubicación de los reos de la Penitenciaría del Litoral. (I)