Con un aerosol, vecinos del sector Héctor Cobos escribieron la frase “Eterno Ricky” y dibujaron un balón y un corazón en la calzada de la vía donde murió a tiros el adolescente Kevin Leonardo Caicedo Cortez, de 16 años.
Kevin, quien era más conocido como Ricky por sus hermanos, fue una de las tres víctimas mortales del ataque ocurrido la noche del jueves anterior en las inmediaciones de una cancha de césped sintético del barrio Héctor Cobos, en la zona El Arbolito. Ahí hubo otras cuatro personas heridas.
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Esta es una de las zonas más complejas de Durán por la operación de bandas delincuenciales, específicamente Chone Killers, que mantienen una disputa con Latin Kings. En lo que va del año, un total de 443 muertes violentas ya suma el cantón ferroviario.
Este viernes, el barrio estaba conmocionado por el múltiple ataque. Había consternación por lo vivido. “Era la primera vez que se daba algo así”, dijeron entre los vecinos.
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Mientras tanto, los familiares de Kevin realizaban preparativos para recibir el cuerpo, una vez que salga de la morgue, y realizar el velorio en su misma casa.
El día del ataque, en una de las estrechas calles de ese sector, a una cuadra de la cancha, a las 11:00 del jueves anterior, el adolescente había llegado a su casa, se había puesto a ver televisión y luego, desde las 13:00, se instaló con su madre y abuela en los exteriores del inmueble hasta que llegara el momento de ir a jugar pelota.
Regularmente, desde las 17:00 se juntaban en el barrio para compartir en una cancha de césped.
A las 19:00, la madre de Kevin asistió a la cancha para retirarlo, pero ahí se topó con la balacera protagonizada por sujetos que arribaron en autos. Ricky salió corriendo en dirección hacia la casa y los disparos lo alcanzaron en una estrecha vía.
En medio de la zozobra, la madre corrió de regreso hasta la casa. En medio de gritos, dijo: ‘¡Me lo mataron a Ricky!’.
Cuando el adolescente estaba en el piso, uno de los antisociales se le acercó a rematarlo. “La mamá vio cuando lo mataron, pero no sabía que era a él”, relató una de las hermanas de la víctima.
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El menor murió en la calle estrecha, donde minutos después se encendieron velas y se pintó la frase “Eterno Ricky”. Era querido entre sus vecinos.
Sus aspiraciones
Ricky era el menor de seis hermanos. Avanzaba en segundo de bachillerato de un plantel de educación especial (Fernando López Lara) y en esta época recién estaba aprendiendo a leer y escribir.
Registraba un 65 % de discapacidad intelectual y cierto grado de ceguera en uno de los ojos, luego de haber sufrido una caída de pequeño. Sin embargo, eso no frenaba su ambición por progresar y tenía de plan seguir Contabilidad en la universidad.
El chico era una fanático de reconocidos futbolistas. Tenía entre sus ídolos máximos a Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, Enner Valencia y Moisés Caicedo.
Desde pequeño se involucró con el juego de fútbol. Formó parte de un equipo de barrio, Los Pupilos de Cristian, y solía participar en campeonatos en otras zonas del cantón. “Él siempre decía que quería ser como los jugadores de la Selección”, narró una hermana del adolescente.
Además, decía que quería ser contador porque le gustaban los números. “Nosotros le decíamos que él quería ser de todo: él quería ser policía, militar... de todo”, remarcó su hermana.
Esos sueños quedaron frustrados por una disputa entre bandas. Según familiares del adolescente, era ajeno a todo tipo de actos delictivos y se mantenía sano.
“Esperamos más del presidente (Noboa). No estamos viendo resultados para bien. (Mueren) personas inocentes, un niño que no tenía nada que ver en esto. Lo matan tan feo”, lamentó la hermana del fallecido.
Al mediodía del jueves anterior, familiares cumplieron con trámites judiciales para retirar el cuerpo de la morgue y realizar el velorio en su misma casa, situada en ese populoso sector.
En Durán, uniformados del Bloque de Seguridad, integrado por militares y policías, continuaron con sendos operativos para mitigar las acciones de los grupos delincuenciales, específicamente Chone Killers y Latin Kings. A estas bandas se les atribuye la mayoría de eventos con muertes violentas. (I)