En menos de un año y medio de gobierno, el presidente Guillermo Lasso deberá designar a un tercer titular de la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia (Segcom), luego que Leonardo Pipo Laso presentara este martes 11 de octubre su renuncia irrevocable al cargo, sin especificar sus motivos. Hace apenas casi cuatro meses, Laso llegó al cargo en reemplazo de Eduardo Bonilla, el primero que ocupó esta cartera desde que comenzó la administración en mayo de 2021.

Estos cambios de autoridad de la cartera de Estado, según consultores políticos, revelan que dentro del Gobierno existe una crisis de comunicación que debe ser atendida con urgencia ya que impacta directamente en la popularidad y credibilidad del mandatario.

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La salida de Laso se da apenas dos días después de que el presidente cometiera un error en su discurso y diera por fallecida a la policía Verónica Songor en la sesión solemne de Guayaquil, cuando la mujer sigue grave, pero con vida.

Jorge León, consultor político, considera que la salida de Laso se debe a las múltiples crisis comunicacionales que se han presentado en el Gobierno, crisis bastante fuertes como las vinculadas a la crisis carcelaria, visitas al exterior, policial, entre otras.

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“Hemos visto como al Gobierno la comunicación le ha quedado grande, pero esto no solo es con el arte de comunicar sino por la deficiencia que tiene en sus acciones, es decir, que si en el Gobierno no hay comunicación, no hay un producto bonito que se tape si no se está haciendo obra o impulsando políticas públicas o tiene múltiples crisis y detonantes sociales, esto la comunicación no lo puede solucionar”, refiere.

El secretario de Comunicación, Leonardo Laso, en una foto de archivo. Foto: C

El consultor político Carlos Ferrín explica que con la salida de Laso se está volviendo a creer que “poniendo otro en su lugar ya todo queda en manos de ese golero que va a saltar a la cancha″, pero dice que “es volver al mismo loop infinito que no lleva a ningún lado”.

Menciona que Lasso debe de forma urgente separar los espacios donde se genera el discurso político de los espacios donde se rinden cuentas, porque cuando se mezclan no queda nada en la retina del ciudadano sobre la gestión y refiere que al haber una crisis de comunicación, que se convierte en el apéndice de muchas otras crisis, se piensa de forma simple que el problema solo está en la comunicación, lo que es erróneo al igual que pensar que con elementos de persuasión nada más se podrá modificar el pensamiento de todo un pueblo.

“El Gobierno está mirando en el tablero la pluma de la aprobación del presidente. Mal, esa no es la que hay que mirar, hay que ver la de la credibilidad, porque esa es la determinante. Entonces hay que trabajar en reconstruir primero la credibilidad del presidente, que se ha roto por los distintos giros de timón sin justificación que se han dado, todo lo que rompa la consistencia del presidente le afecta en todo. Si dijo primero A y luego dijo B hay que justificar por qué pasó”, subraya.

León menciona que la persona que asuma la Secretaría tendrá varios retos, entre esos tratar de articular una comunicación que sea congruente, que considera ha sido una de las fallas del Gobierno, que meses atrás apostó por la figura de un vocero presidencial, la que tras la salida del abogado y periodista Carlos Jijón no fue renovada.

Jijón se incorporó a la administración de Lasso el 21 de octubre de 2021, cuando se enfrentaba una crisis carcelaria y renunció a su cargo el 29 de marzo.

“Lo que llevó a su renuncia fue que siempre había una dicotomía en lo que Jijón y el presidente hablaban, uno decía una cosa y el otro, otra cosa. El presidente salía y cometía algún exabrupto y Jijón tenía cual bombero que salir a apagar el incendio”, comenta.

Imagen de archivo del consejero y portavoz del Gobierno de Ecuador, Carlos Jijón. Foto: José Jácome José Jácome

El consultor refiere que un regreso de esta figura siempre será positivo para contar con una diversificación de actores dentro del Ejecutivo y los errores de comunicación no recaigan directamente en el mandatario, impactando en su credibilidad, que no supera el 10 %, en la organización política.

Otra problemática, según León, que se ha evidenciado es que Lasso no muestra apertura para dejarse asesorar y que será otro desafío para quien asuma la Segcom.

“Bonilla era un hombre de confianza de él, que estuvo en todo este proceso de diez años, luego el Pipo Lasso, que tiene una amplia trayectoria como comunicador y consultor, pero vemos que fue insuficiente”, menciona.

Por su parte, Ferrín manifiesta que la principal necesidad del Gobierno es reconectar la credibilidad del presidente con la gente y dice que eso “es un proceso donde hay que identificar errores, admitir que se cometieron, comprometerse a corregirlos con las debidas disculpas del caso. Aunque reconoce que entre la ciudadanía existe en este momento nada los satisface.

Eduardo Bonilla fue secretario de Comunicación desde el 24 de mayo del 2021. Foto de Archivo

“Hay enojo, hay decepción, pero aún así hay un sector de la población que aprueba al presidente, hay que mirar que hay allí... hay que des alvaradizar (refiriéndome a la vara que dejaron los hermanos Alvarado) la Segcom, porque todos entran con esa expectativa y cuando se encuentran que no hay un Estado dispuesto a elevar la comunicación a niveles de maquinaria propagandística viene la decepción. Más aún en una sociedad pospandémica que reclama que los dineros se inviertan en cosas relevantes a ellos”, explica.

Además explica que quien llegue a la Segcom debe entender al igual que el Gobierno que no es necesario tener todo el tiempo al presidente en promedios elevados de aprobación:

“Joe Biden siempre está por el 40% y eso está bien, estás gobernando, no estás en una elección. Hay que dejar de pensar en eso y hay que dejar de pensar que la consulta popular servirá para elevar ese indicador, si arrancan esperando eso, eso está perdido. Usen la consulta para unir a la población en un fin común: salir del hoyo”, apunta.

En tanto, en su misiva de renuncia, Laso resaltó que como resultado de su gestión “se lleva un logro muy valioso” y que fue posible con el trabajo en equipo con la Secretaría Jurídica: la presentación del veto al proyecto de reformas a la Ley de Comunicación y la resolución favorable de la Corte Constitucional de los puntos medulares planteados que obliga a la Asamblea Nacional a incorporarlos como enmiendas constitucionales.

El ahora exsecretario agradeció por la oportunidad e informó a Lasso que deja lista una campaña de comunicación para buscar la unidad de todos los ecuatorianos llamada Tres colores, un solo Ecuador.

Además, manifestó que entre sus últimas acciones estuvieron las reuniones con el Consejo de Comunicación, el viernes 7 y sábado 8 de octubre, para poder producir acciones concretas de protección a los periodistas y medios de comunicación que son amenazados por cumplir su trabajo. (I)