No haber convencido a buena parte de la población de Guayas de votar a favor del reconocimiento del arbitraje internacional para solucionar controversias en inversión y comerciales, y de establecer el contrato de trabajo a plazo fijo y por horas, podría responder a que la campaña del gobierno de Daniel Noboa careció de precisión en la explicación de los beneficios de sus propuestas, deficiencia de la que se aprovecharon sus contendores para levantar el debate.

Así lo consideran los analistas Carlos de Tomaso y Carlos Ferrín, quienes coinciden en que la campaña del presidente de la República por el sí en el referéndum y consulta popular del domingo 21 de abril no tuvo alcance.

El no se consolida en las preguntas sobre el trabajo por horas (67,43 %) y el arbitraje internacional (61,77 %). De las cinco propuestas en referéndum y seis en consulta popular, buena parte apuntó a darle un mayor protagonismo a las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico.

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Los datos en la página del Consejo Nacional Electoral (CNE) muestran un respaldo del 72,96 % a la participación de los militares en apoyo a la Policía en la lucha contra el crimen organizado, y el apoyo del 67,52 % a la extradición de ecuatorianos que hayan cometido delitos en otros países.

El 63,57 % aprueba el establecimiento de judicaturas especializadas en materia constitucional. El 71,86 % apoya que las FF. AA. controlen los accesos a las cárceles, mientras que el 70,07 % respalda el incremento de penas para delitos ligados al crimen organizado, como el terrorismo y su financiación, trata de personas, entre otros.

Noboa también logra el respaldo del 69,29 % para que los presos condenados por delitos ligados a la delincuencia organizada cumplan la totalidad de sus sentencias en la cárcel, en tanto que el 66,87 % de electores admite que se tipifique como delito la tenencia y porte de armas, que son de uso privativo de las fuerzas del orden.

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El 66,99 % está de acuerdo en que las armas y municiones decomisadas por delitos sean utilizadas por policías y militares, en tanto que el 63,98 % apoya que se simplifiquen los procedimientos para que los bienes de origen ilícito pasen a propiedad del Estado.

De Tomaso, que es constitucionalista, señaló que la población hizo un análisis de las cosas que más le interesan, como la seguridad, por ejemplo, y a su vez mostró una preocupación que la llevó a emitir su voto negativo en dos preguntas que le causaban inseguridad, especialmente generada por la campaña por el no que impulsaron varias organizaciones políticas y colectivos ciudadanos.

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“A lo mejor, incluso, en la del arbitraje internacional se dejaron llevar mucho por esa campaña del no porque no la comprendían”, apuntó.

“En el caso del trabajo por horas, para hacer un cambio laboral se necesita mucha certeza para que la gente lo acoja sin miedo y me parece que no hubo la suficiente información ni las suficientes certezas para que la gente se atreva a tener confianza de incorporar una modificación laboral que para mí era muy importante y, en ese sentido, se generó esa respuesta negativa”, detalló.

A criterio de De Tomaso, desde el Gobierno nacional no hubo mayor campaña y mayor exactitud para explicar que su iniciativa de trabajo por horas solo servía para una nueva relación laboral original.

“Pienso que hubo dos factores importantes. El primero, el no aclarar con toda certeza que el valor por hora, el que se establezca, iba a tener todos los componentes de los salarios adicionales, de los décimos terceros y la afiliación, me parece que eso era muy importante que se sepa. El segundo, que se sepa que no había posibilidad para que tu relación laboral, que se rige por un contrato, se transforme en un contrato por horas porque la propia pregunta lo prohibía. Creo que ahí estuvo la principal preocupación”, analizó.

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“La campaña del no se matizó por decirte que tu contrato de trabajo se iba a convertir en un contrato por horas y que ibas a salir perjudicado. No hubo mayor campaña y mayor exactitud en explicar que este trabajo por horas solo servía para una nueva relación laboral original, es decir, una nueva relación laboral”, agregó De Tomaso.

Por su parte, Ferrín dijo que el Gobierno no diseñó una campaña que emocionalmente impulse a la plancha del sí, sino que se enfocó en las preguntas D y E, y esto abrió las puertas al debate.

Cree que los adversarios del proponente utilizaron mejores herramientas para operar desde la plancha del no, empujada por la oposición y por otras organizaciones que impulsaron específicamente su postura, como por ejemplo el movimiento Revolución Ciudadana.

De la iniciativa gubernamental sobre el arbitraje internacional, dijo que la oposición la transformó en una pregunta de corte ambientalista apelando a la incidencia del caso Chevron, y logró convencer a la población de que es una pregunta que le hacía daño al país.

De igual manera, con la pregunta del trabajo por horas. Mencionó que las organizaciones sociales y políticas la relacionaron con la precarización laboral.

“Estamos viendo que esto sumado a que hace quince días el correísmo se declaró opositor ferviente del Gobierno, se activaron también con una campaña en plancha por el no que también empujó”, destacó.

Según Ferrín, quien es consultor en comunicación política, Noboa y sus voceros intentaron explicar demasiado los detalles sobre el arbitraje internacional y el trabajo por horas, provocando que la ciudadanía tienda a dudar más. “Es un efecto adverso”, explicó.

“Por esa razón yo pensaba que las vocerías eran por más innecesarias, debían ir más hacia el voto en plancha, el once veces sí emocional. Si el Gobierno hubiese desde temprano iniciado una campaña de que esta consulta, las once preguntas, te llevan a un mejor Ecuador, es posible que hubiese logrado un mejor efecto en estas preguntas. Pero como se abrieron esas vocerías y se abrieron los famosos influencers a tratar de vender la idea, yo sinceramente pienso que a la gente se le abrió demasiado el sentido de precaución, porque ya era demasiada explicación y eso, por demás, podía generar dudas”, mencionó.

Ferrín comentó que las preguntas D y E “venían mal desde antes” del sufragio. Sin embargo, resaltó que Noboa obtuvo un triunfo mayoritario al imponerse en nueve de las once interrogantes. (I)