La contratación pública es un plato apetecido por personas vinculadas con bandas criminales, narcotraficantes y grupos de delincuencia organizada, que no solo buscan hacerse de recursos públicos de manera ilegal, sino también usar este mecanismo para lavar activos. Así lo ha revelado la Fiscalía General del Estado en dos de los más recientes e importantes procesos que investiga: caso Encuentro y caso Metástasis.