A ocho días de concluir su periodo de mandato en la Presidencia de la República, Lenín Moreno reiteró el mensaje de que heredó un país con “corrupción, mentiras con respecto a la economía y cuentas públicas”.
La noche de este 16 de mayo, Moreno participó en una entrevista en el canal TC Televisión, donde hizo una evaluación de su gestión.
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En ella insistió en que después del 24 de mayo de 2017, cuando inició sus funciones, conoció que recibió un “país sin cuentas claras”. “En ese momento me encontré con la situación real del Ecuador. Una cantidad de corrupción, mentiras con respecto a la economía y cuentas públicas”, expresó.
En esa línea, resaltó que la Asamblea Nacional pasada haya aprobado la Ley para la Defensa de la Dolarización.
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“Si es que no había esta ley, que protege los recursos que se encuentran en el Banco Central, se hubieran quedado a expensas de que cualquier gobierno que, como lo hizo el anterior (de Rafael Correa), utilice dinero que no le corresponde”, indicó.
Resaltó como parte de sus logros haber respetado la independencia de las funciones del Estado y las “libertades”. Dijo que nunca tuvo injerencia en la justicia.
Recordó la consulta popular del 2018, que eliminó la reelección indefinida para dignidades de elección popular, y el proceso de transición con la evaluación de autoridades de control del Estado que efectuó el extinto Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) de Transición.
Además, mencionó el concurso de asignación de frecuencias de radio FM, que ha sido “transparente y honesto”, y las reformas a la Ley de Comunicación que “devolvieron el respeto a la libertad de expresión”, porque en su gobierno “bajo ninguna circunstancia intervenimos en las opiniones” de los periodistas y la prensa.
Habló sobre que en su periodo se han repotenciado 1.500 centros médicos, se reconstruyeron 141 escuelas comunitarias, se dio mantenimiento a 10.500 kilómetros de la red vial, y que se han entregado unas 150.000 viviendas, entre gratuitas y copago.
El mandatario presentó como el mayor hito alcanzado durante su gestión la creación de la Red de Protección Social más grande del país, de la que actualmente se benefician más de seis millones de ecuatorianos. Por ello, espera que la administración entrante mantenga y, de ser posible, amplíe esta red. “Veo que hay muy buenas intenciones en el próximo Gobierno y me alegro y le deseo todo el éxito”, dijo.
Y mencionó que uno de los alcances más importantes fue el manejo ordenado y responsable de las finanzas públicas y la renegociación de la deuda con tenedores de bonos con un alivio de más de $ 16.500 millones.
Al ser consultado sobre si piensa volver a la política, dijo que “nunca hay que decir nunca”, pero ahora su respuesta es que “nunca volvería a la política”, que buscará retomar sus charlas, buscar la forma de vivir ante las iniciativas de quitar la pensión vitalicia a los exmandatarios, lo que considera que es un premio a los corruptos porque ellos sí tienen de qué vivir, mientras que “las personas que no han robado la van a pasar muy mal, porque va a ser muy difícil que consigan trabajo principalmente si tienen una edad avanzada”.
Como parte de un mensaje de despedida, aprovechó para aclarar una anécdota que dijo en el Foro por la Defensa de la Democracia, que se realizó en Coral Gables (Miami), el 5 de mayo pasado.
En ese cónclave contó: “Algún momento una persona me manifestó, y me dijo de forma frontal, como acostumbra la gente, ojalá tuviéramos un mejor presidente. Yo le dije: ojalá tuviera yo un mejor pueblo también”.
Su frase dejó unos segundos en silencio a los asistentes, entre los que se encontraban expresidentes de la región y el secretario de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Al respecto, la noche de este domingo, aclaró: “Le deseo toda la suerte del mundo a mi querido Ecuador; este es un país maravilloso. Cuando yo manifestaba sobre un mejor pueblo no es sino una dialéctica que necesitamos aplicar; de que cada vez debemos mejorar como ciudadanos y mandatarios”. (I)