Si la audiencia de juzgamiento de los cinco autores materiales del asesinato al estilo sicariato del candidato presidencial Fernando Villavicencio se hubiese instalado este 13 lunes de mayo, del crimen ocurrido a las afueras de un coliseo de Quito, el 9 de agosto pasado, tal como estaba previsto inicialmente, habrían ya transcurrido nueve meses y se debería haber empezado a evacuar uno a uno los 211 testigos y peritos que la fiscal Ana Hidalgo anunció que presentaría en la etapa de juicio para sustentar su teoría acusatoria.