Aunque ninguna autoridad lo ha querido reconocer, las dos últimas semanas la relación entre Ecuador y Rusia cayó en un desencuentro diplomático, que derivó en repercusiones comerciales. Y si bien el Kremlin levantó el viernes la suspensión temporal a cinco empresas ecuatorianas exportadoras de banano, a las que acusó de enviar fruta contaminada con moscas jorobadas, el ambiente entre Quito y Moscú aún se percibe tenso.

Carondelet ha sido débil en el manejo de la narrativa de los acontecimientos, que se desencadenaron por las declaraciones del presidente Daniel Noboa cuando dijo, a finales de enero, en una entrevista con Ecuavisa, que se entregaría a Estados Unidos material militar soviético, al que calificó de “chatarra”, como parte de un acuerdo en el que Ecuador recibiría a cambio equipamiento moderno valorado en alrededor de $ 200 millones.

Sus palabras y el acuerdo con Washington enfurecieron al gobierno de Vladimir Putin. No obstante, el presidente ecuatoriano y la canciller Gabriela Sommerfeld defendieron que era lícito el intercambio.

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Rusia condenó la iniciativa, por no respetar convenios y contratos suscritos, y reclamó que no se le haya consultado antes. Para el 3 de febrero trascendió la noticia que el Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario ruso resolvió vetar a cinco exportadoras de banano por incumplimientos fitosanitarios, y después también tomó medidas contra claveles ecuatorianos. La situación con los productores de la fruta se ha resuelto, pero no así con las flores.

La afirmación de Noboa acerca de que el material sería chatarra se diluyó y quedó sin piso, luego que un alto funcionario de Estados Unidos confirmó lo que se sospechaba sobre el verdadero destino y uso que tendría dicho armamento: que sería empleado en la defensa de Ucrania contra Rusia.

Kevin Sullivan, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de EE. UU., dijo el 8 de febrero, en Quito, durante una entrevista en Teleamazonas, que “es un arreglo para transferir equipos al Gobierno de Ucrania que está peleando contra la invasión rusa; son decisiones del Gobierno de Ecuador y todavía se está considerando”.

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A partir de ahí, el gobierno de Noboa optó por guardar silencio al respecto y esquivar las preguntas de la prensa. Lo que sí han procurado con énfasis las autoridades es marcar distancia con el tema comercial, como si se trataran de hechos atravesados por coincidencias circunstanciales. En un momento, la ministra de la Producción, Sonsoles García, reiteró que son temas separados y dijo que los productores de banano debían buscar nuevos mercados, para reemplazar a Rusia, que es segundo destino de la fruta.

Carondelet tampoco se ha pronunciado, para confirmar o desmentir, ante las afirmaciones del embajador ruso en Ecuador, Vladimir Sprinchan, quien el viernes afirmó que en una reunión con el presidente Daniel Noboa este último le indicó que se desistió de entregar el armamento a la Casa Blanca.

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Ecuador habría desistido de entregar armamento ruso a EE. UU., según medio de Rusia

EL UNIVERSO ha consultado en varias ocasiones sobre el armamento comprometido, o si se concretó o no el envío a Estados Unidos. El Ministerio de Defensa y la Cancillería no asumen la responsabilidad de la información, en tanto que la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia (Segcom) no ha atendido a las consultas.

Para Estaban Santos, abogado internacionalista, se entiende que el Ejecutivo haya tratado de no relacionar lo comercial con lo diplomático, con el afán de no generar más incertidumbre. Sin embargo, la fórmula no funcionó, porque a todas luces era evidente que el impase afectó a las exportaciones.

Se han cometido errores, pero entre lo más cuestionable es que Ecuador no controló adecuadamente la comunicación ni los mensajes. Primero, Estados Unidos desvirtuó aquello de que se trataba de material inservible, chatarra. Después, el embajador ruso fue quien anunció que el canje de equipo no se realizaría.

Santos añadió que el Ejecutivo debe salir a aclarar si se dio o no el envió de las armas. Agregó que, a su criterio, un factor que pudo haber tenido peso para superar el bloqueo temporal de las exportaciones es el voto del Ecuador como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

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“Todavía no se sabe si se va a entregar o no la denominada chatarra o armamento. El hecho es que en la balanza pesó de sobre manera, en mi criterio, la posición que tiene el Ecuador en el Consejo de Seguridad”, opinó el experto.

Acuerdo de 2008 prohíbe entregar de equipos militares a terceros países

Mientras la tensión evolucionaba se recordó un acuerdo de cooperación técnico-militar que Ecuador y Rusia suscribieron el 27 de noviembre de 2008.

El documento abarca, entre otros aspectos, entregas de armamento, material de defensa y otros productos de uso militar; reparación y modernización del armamento y material de defensa entregados; entrega de repuestos, material didáctico y auxiliar para el armamento y material de defensa de origen ruso disponibles en las Fuerzas Armadas de Ecuador, así como el mantenimiento técnico y reparación de los mismos.

En el acuerdo se establece una prohibición que calza con la posición que adoptó Moscú frente al intercambio convenido entre Ecuador y Estados Unidos.

Cada una de las partes no venderá ni entregará a organismos internacionales, terceros países, personas naturales y jurídicas productos de uso militar o informaciones recibidos y/o adquiridos en el curso de la implementación del presente acuerdo, sin el previo consentimiento escrito de la parte proveedora”, dice el artículo cuatro del texto firmado en Quito por la entonces ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, María Isabel Salvador, y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Viktorovich Lavrov.

A decir del exembajador de Ecuador en Rusia, Patricio Chávez, y del excanciller Francisco Carrión, el acuerdo de 2008 cubre a todo el material soviético que ha sido entregado, donado, cedido o comprado por Quito, ya sea antes o después de la firma del mismo.

Ambos coincidieron que tradicionalmente la relaciones bilaterales han sido positivas en diversas áreas. Lo que ahora ha sucedido es un tropiezo que Quito no dimensionó.

Chávez, que hoy es asambleísta del movimiento Revolución Ciudadana, criticó el manejo que el Gobierno ha dado a la situación. Comentó que Noboa sigue una línea “errática” que han tenido las últimas dos administraciones en materia de política exterior.

“No hay una parte del acuerdo que diga que en el caso que sea determinado como chatarra no se va a contemplar este acuerdo”, precisó.

Carrión, por su parte, evaluó que “este es un nuevo error, garrafal, un desatino en el manejo de la política exterior del Ecuador”.

A su juicio, el país terminó involucrándose innecesariamente en un conflicto geopolítico que atañe a Rusia, Ucrania y Estados Unidos.

Para el excanciller, detrás de la tensión con Moscú estaría un mal asesoramiento del Ministerio de Defensa al presidente Daniel Noboa y su equipo. (I)