La actual presidenta del Parlamento, Guadalupe Llori, ha sido protagonista de procesos de amnistías desde dos orillas diferentes de la historia. Hace 14 años fue una de las beneficiadas de las concedidas por la Asamblea Constituyente de Montecristi que, revestida de plenos poderes, redactaba la nueva Constitución y hacía las veces del órgano legislativo dictando leyes, amnistiando, indultando y poniendo y sacando funcionarios. Ella era prefecta de Orellana elegida por el movimiento Pachakutik y había participado en una huelga contra las petroleras en la población de Dayuma. Estaba presa, acusada de terrorismo.