A pocas semanas de que empiece la campaña para la segunda vuelta, los partidos y movimientos políticos continúan definiendo a quién respaldarán, y la candidatura del actual presidente Daniel Noboa ya reúne al menos el apoyo de cuatro partidos alineados al centro y a la derecha, así como de dos organizaciones sociales.

El Partido Sociedad Patriótica (PSP), lista 3; el movimiento Construye, lista 25; y el partido Sociedad Unida Más Acción (SUMA), lista 23, han hecho oficial y público su respaldo; mientras que el Partido Social Cristiano (PSC), lista 6, descartó cualquier apoyo al correísmo. A ese respaldo se sumaron también la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) y el Pueblo Montubio del Ecuador.

Noboa se enfrentará en las urnas el próximo 13 de abril a Luisa González, de la alianza correísta Revolución Ciudadana (RC) y Renovación Total (RETO), listas 5-33, quien reúne también los apoyos de varias organizaciones y partidos afines a la izquierda.

Expertos consideran que el mandatario tiene el desafío de captar a quienes votaron nulo o en blanco en la primera vuelta y también a quienes eligieron a opciones como Henry Kronfle, Francesco Tabacchi, Henry Cucalón y Víctor Araus o a los discursos más anticorreístas como Jorge Escala o Andrea González. Estos podrían englobar a votantes con posturas conservadoras o de centroderecha, que pueden tener puntos en común con las propuestas del actual presidente-candidato.

César Ulloa, analista político, dice que en un contexto de polarización como el que vive Ecuador y donde además tampoco hay una adscripción ideológica, cualquier respaldo es importante y hace que sea una campaña voto a voto. En el caso de los anuncios de respaldo a Noboa, Ulloa considera que marcan una línea anticorreísta clara.

El analista político Bernardo Gortaire cree que estos respaldos no toman por sorpresa, ya que “son movimientos que forman parte de la oposición tradicional al correísmo” y añade que “no es una cuestión que implique gran relevancia desde la perspectiva de los resultados de la primera vuelta”.

Para Gortaire, los resultados “demostraron un poco que la ciudadanía que no es afín al correísmo, directamente formó parte del anticorreísmo, no encontró tampoco en estas opciones políticas espacios de representación y, más bien, ya le dio su voto de antemano a la opción del presidente-candidato”.

De esta forma, Gortaire ve en este tipo de anuncios una suerte de que los partidos tratan de asegurar una supervivencia y una visibilidad frente al electorado con miras a futuro y destacarse como vocerías que no se alinearon al correísmo en su momento.

El presidente-candidato Daniel Noboa en un recorrido de campaña en enero pasado en El Oro. Foto: Cortesía. Foto: Cortesia

Cristian Carpio, analista político y docente de la Universidad de las Américas, menciona que “si bien es cierto que los anuncios de los partidos políticos son importantes, no terminan definiendo esta transferencia de votos” y que en Ecuador, históricamente, la transferencia de votos no ha sido radical y eso se ha visto en pasadas elecciones, en las que pese a que un excandidato ha pedido que se apoye a uno u otro, los votos no necesariamente se han transferido de esa forma.

“En Ecuador no hay apoyo partidista, sino el apoyo tradicionalmente se da al candidato que lidera esas elecciones. Y, más bien, va a ser importante cómo uno u otro candidato termina de conectar con la ciudadanía y con ese público objetivo de las otras candidaturas”, menciona.

El 5 de marzo, el Partido Sociedad Patriótica (PSP), lista 3, oficializó su apoyo a Noboa. En la primera vuelta este partido respaldó la candidatura de Andrea González, quién obtuvo el 2,69 % (275.704 votos).

Días antes, el 1 de marzo, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) expresó su respaldo al candidato tras una reunión ampliada de su consejo.

El movimiento Construye, lista 25, que en la primera vuelta impulsó la candidatura de Henry Cucalón y que obtuvo el 0,36 % (37.307 votos), anunció el 26 de febrero su apoyo a Noboa a través de un comunicado en sus redes sociales. Ese mismo día, un grupo de dirigentes del Pueblo Montubio del Ecuador también manifestó su respaldo al actual mandatario.

Por su parte, el Partido Social Cristiano (PSC), lista 6, que respaldó a Henry Kronfle en la primera vuelta, quien obtuvo el 0,72 % (73.722 votos), publicó el 14 de febrero un comunicado en el que descartó cualquier apoyo al correísmo. Aunque no expresó explícitamente su respaldo a Noboa, dejó entrever que, dentro del marco democrático, la otra opción en disputa es su candidatura.

El primero en anunciar su respaldo, casi al día siguiente de la primera vuelta, fue el partido Sociedad Unida Más Acción (SUMA), lista 23, que postuló a Enrique Gómez, con el cual obtuvo el 0,18 % (18.812 votos). La dirigencia ha decidido apoyar a Noboa, mientras que Guillermo Celi, presidente del movimiento, anunció que no respaldará a ninguno de los finalistas.

De los apoyos recibidos por Noboa, dice Gortaire, el de la Confeniae es el que más ha llamado la atención, ya que demuestra que el sector indígena no es un actor único, que existen vocerías diferentes y que sigue primando “el mal vínculo” que llegaron a tener algunas comunidades indígenas con el expresidente Rafael Correa.

A su vez, sostiene que en la política ecuatoriana los votos no se endosan, pues el modelo no responde a un esquema en que los votos se van a ir al candidato que un excandidato decide apoyar.

“Tampoco fue mucha gente la que votó por estos candidatos para estos partidos, entonces tampoco sería un giro muy dramático con lo que representa en términos electorales”, opina Gortaire y considera que en el caso de Noboa “la búsqueda de más votos termina estando en el segmento que votó nulo o en blanco en la primera vuelta”.

“A la final, esos son los segmentos que de alguna manera representan una posición más amplia de opción electoral. Si el presidente está buscando más visibilidad y más opciones para mantenerse en el poder, la respuesta termina estando en los segmentos que por ahora no se han decantado por ninguna de las dos opciones”, agrega.

Ulloa también coincide en que los votos no son transferibles. Sin embargo, cree que sí “tienen una capacidad de representación, porque están hablando los líderes de esas organizaciones y que, por lo tanto, sí pueden influir en la votación de los militantes”, aunque no en su totalidad.

Para Ulloa, Noboa debe seguir trabajando todo el tiempo, porque no ha dejado de ser el principal administrador de los recursos del Estado y dice que “antes de ser candidato, la gente evalúa la gestión gubernamental”.

“Dependerá mucho de las decisiones que tomen en este corto tiempo para ver si la gente en definitiva respalda o no su candidatura en la segunda vuelta”, subraya.

Por su parte, Carpio señala que tanto Noboa como González pueden apostar por decir en sus discursos qué modelos o propuestas podrían replicar de los candidatos que recibieron ese apoyo en su momento o qué podría capitalizar o los acuerdos que podrían conllevar para que esos apoyos anunciados tengan más efectividad. “Ceder ciertas posiciones e incorporar propuestas de otros gremios para también tener más cohesión en el momento de votar”, explica.

Asimismo, considera que a nivel de candidato presidencial hay otros temas que van a terminar teniendo un impacto mayor de cara al balotaje, como las estrategias para enfrentar las amenazas de seguridad, el manejo de la crisis invernal, reactivación económica y potenciales escándalos de conflictos de interés o corrupción que puedan darse. (I)