El mandatario Daniel Noboa está ante una encrucijada porque ninguna institución del Estado quiere intervenir en sus pugnas con la vicepresidenta Verónica Abad y darle una salida en su intento de evitar que sea ella quien lo reemplace cuando deba ausentarse para la campaña de reelección del 2025.

La Procuraduría General del Estado (PGE) decidió abstenerse de atender su consulta respecto a si debe tomar licencia para postularse, tomando en cuenta que fue electo presidente como consecuencia de la disolución de la Asamblea Nacional en el 2023 y solo completará el periodo de su antecesor Guillermo Lasso. La Secretaría Jurídica de la Presidencia dice que no es una reelección.

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La PGE señaló que no tenía la atribución de interpretar la Constitución y que al hallarse declarado el periodo electoral del 2025 no podía tomar decisiones en esa materia.

Un poco antes, este organismo le solicitó al al Consejo Nacional Electoral (CNE) que le brindara su criterio jurídico como insumo, pero su Dirección de Asesoría Jurídica concluyó que no tampoco tenía la facultad de realizar interpretaciones de las disposiciones normativas jurídicas.

La respuesta del procurador Juan Carlos Larrea fue emitida el pasado jueves 20 de junio, casi un mes después de la consulta hecha por el jefe de Estado, el pasado 21 de mayo.

En tanto que hace pocos días, la Asamblea Nacional no aceptó el pedido de la jueza Daniella Camacho para iniciar un proceso penal con Abad. La Fiscalía buscaba vincularla en el caso Nene, pero cambiando el tipo penal de oferta de tráfico de influencias a concusión.

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El presidente de Ecuador, Daniel Noboa (d), junto a la vicepresidenta, Verónica Abad (i), en el Palacio de Carondelet luego de ser investidos en la Asamblea Nacional el 23 de noviembre del 2023.

¿Cómo podrían resolver sus conflictos Noboa y Abad? Cuatro exvicepresidentes de la República consultados por EL UNIVERSO dicen que esto depende únicamente de las dos partes y que aunque ven difícil una reconciliación, podrían llegar al menos a un acuerdo de tal forma que se garantice el respeto a la Constitución y las leyes.

Otto Sonnenholzner (diciembre de 2018 hasta julio de 2020)

El exvicepresidente del gobierno de Lenín Moreno señala que todo lo que ha ocurrido debe dejar como lección “que elegir un binomio no es cualquier cosa y que uno tiene que buscar a alguien en quien pueda confiar, con quien pueda trabajar y sobre todo que esté en capacidad de representar al Gobierno al más alto nivel en cualquier momento”

“Yo creo que si algo le debe el Gobierno al país es una explicación clara de qué es lo que ha ocurrido con la señora Abad. No la conozco. De las pocas cosas que le he escuchado hablar, no comparto sus opiniones, pero es la vicepresidenta electa de los ecuatorianos. Me parece que, al no tener una relación viable con su vicepresidenta, el Gobierno pierde un representante al más alto nivel para enfrentar problemas. Mientras yo tuve esa confianza, mientras tuve esa apertura, mientras el cargo me permitió hacerlo, eso es lo que yo hacía, dar la cara, enfrentar problemas y ayudar a resolverlo”, dice.

“Espero que en las próximas elecciones, cuando armen binomios, el presidente incluido, se tomen más en serio esa designación”, agregó.

Sonnenholzner dice que, al haber sido electa en la misma papeleta, Abad tiene derecho también a defender su posición. “Lamentablemente quienes perdemos somos los ecuatorianos, porque el Gobierno gasta tiempo, energía en esta bronca estéril, y ahora la gran duda es qué van a hacer cuando a ella le toque asumir el cargo”.

A su juicio, Noboa “tiene que pedir licencia (para la campaña), eso manda la ley, y al pedir licencia quien lo reemplaza es su vicepresidenta, quien él escogió”.

Alberto Dahik (desde agosto de 1992 hasta octubre de 1995)

Quien fuera vicepresidente elegido en las urnas con Sixto Durán-Ballén señala que esta situación es muy “lamentable”. “Esto absoluta y totalmente le perjudica al país. Lastimosamente con muy pocas excepciones ha habido una tendencia que entre presidente y vicepresidente se hayan dado confrontaciones”.

“Esto es muy doloroso para el país. Es una cuestión de temperamentos, parece que los dos tienen esa idea de no transar”.

“Habiendo estado yo en ese cargo y habiendo mantenido una relación única de trabajo con un presidente, en mi caso hubo una participación muy activa mía en el Gobierno porque el presidente tuvo esa lógica de darle trabajo al vicepresidente, entonces el vicepresidente no estaba en pugna, estaba en el equipo. Eso uno debe pensarlo cuando escoge”, señaló él, quien agregó que “ya desde la campaña debió existir un diálogo”.

Dahik dice que resolver si Noboa podía o no tomar licencia para postularse en el 2025 no era un tema de Procuraduría. “Yo creo que el procurador ha hecho bien en no meterse”, afirmó.

Eduardo Peña Triviño (desde octubre de 1995 hasta agosto de 1996)

Eduardo Peña, quien reemplazó a Alberto Dahik en el cargo, lamenta “infinitamente que esto esté sucediendo”.

“Creo que al presidente Daniel Noboa le quedan muy pocas opciones, una de las cuales es conseguir una interpretación que considere que él no va a una reelección porque no fue elegido para un periodo completo sino que ha sido elegido para completar el periodo constitucional del presidente Guillermo Lasso que se terminó por la muerte cruzada.

“Entonces, podría haber un pronunciamiento o él mismo decir ‘Esto no es una reelección sino una nueva elección diferente’ y no renunciar para no encargarle el poder a la vicepresidenta. Eso puede ser una opción que hasta cierto punto tendría un fundamento jurídico, pero nos encontramos con el problema de que habría que interpretar la Constitución y quién lo hace. Ni siquiera la Asamblea puede interpretar la Constitución, aunque el Código Civil, que es tan antiguo, dice que solo al legislador se le permite interpretar obligatoriamente las leyes”.

“Así, estamos en una especie de limbo jurídico si el presidente opta por considerar que no va a una reelección sino que este es un periodo diferente, pero que no significa que él tenga que encargar el poder a la vicepresidenta.

Porque la otra opción es casi imposible: pactar con la vicepresidenta con ciertos puntos de estabilidad del país, como, por ejemplo, no derogar los impuestos que ha creado Noboa o no presentar proyectos nuevos de ley para derogar el IVA, el asunto de los combustibles, que deje el gabinete completo. Hay que ver si la vicepresidenta quisiera comprometerse a eso”, indicó.

Para mí la única solución que cabe es una interpretación sui géneris en el sentido muy propia de la situación, que diga: ‘El señor presidente actual no va a competir por una reelección sino por una nueva elección’. Pero eso tendría que ser aceptado por el país, por la prensa, por los que hacemos opinión pública.

León Roldós (desde junio de 1981 hasta agosto de 1984)

León Roldós, quien asumió la vicepresidencia por nominación de Osvaldo Hurtado, no ve -al menos por ahora- una solución porque, en general, el país está viviendo un clima de confrontación.

Esto se ve “en la posición de la Asamblea Nacional contra el presidente y ahora por el perfil que ha publicado el The New Yorker”. “Entonces yo creo que eso es lo grave, que en el país hemos llegado a este enfrentamiento de una mayoría de la Asamblea frente al presidente (Noboa)”.

“El país en este momento ha perdido totalmente la racionalidad, por lo que hay enfrentamientos. Cuando hay enfrentamiento, todo tema puede derivar en enfrentamiento y esto es preocupante para la democracia. Esto no debe ser así”.

Respecto al conflicto con la segunda mandataria, Roldós cree que preguntarle a la Procuraduría (si puede o no tomar licencia para postularse a los comicios de febrero de 2025) era totalmente improcedente.

“Yo creo que hay que investigar lo de la señora vicepresidenta (la denuncia por presunta concusión, ante el Tribunal Contencioso Electoral)”.

“Más que pedir una reconciliación, les hago una invitación a la racionalidad. Yo no quiero que nadie se coja la mano con el otro porque sería insincero. Racionalidad. Que si hubo un riesgo y que si hay un caso de concusión se haga la investigación, abiertamente y claramente, y no quedarse en que solamente el asistente de la vicepresidencia es responsable. Tiene que haber racionalidad, y eso es lo que está faltando en el país”. (I)