Las veredas del edificio del Consejo Nacional Electoral (CNE) no fueron escenario de reclamos por denuncias de fraude en el conteo de votos para los candidatos, sino por la conducción del organismo que prepara las elecciones generales de 2025, en las que se disputan la Presidencia de la República y la Asamblea Nacional.
Este miércoles, 20 de noviembre de 2024, nueve vocales del Consejo Nacional Electoral cumplieron seis años en funciones, el periodo constitucional para el que fueron electos en un concurso público del 2018 que hizo el desaparecido Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) de transición.
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En la actualidad, el mismo CPCCS que preside Andrés Fantoni Baldeón, junto con otros seis vocales, debía concluir con la designación de diez nuevos consejeros electorales, pero no cumplió con esa disposición constitucional y propició una pugna escenificada por tres consejeros suplentes: María Cristina Kronfle, Mónica Noriega y José Merino, quienes reclaman los despachos del CNE y dirigir los comicios del 9 de febrero del 2025.
Los tres hicieron una convocatoria pública para que sus afines los acompañen a principalizarse en lugar de Diana Atamaint, Enrique Pita, José Cabrera y Esthela Acero. No incluyeron en su lista a Elena Nájera, porque ella se principalizó en el 2021 tras la renuncia de Luis Verdesoto y, a sus ojos, ella debía quedarse a administrar junto con ellos.
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El llamado fue a las 07:30 de este miércoles en la sede del CNE, en la avenida 6 de Diciembre, en Quito. Un grupo de unas quince personas llegó con un megáfono y algunos carteles. Se pararon en un tramo de la vía que está en repavimentación y «¡fuera, Atamaint, fuera!» gritaban al unísono.
Eran las 09:00 y ninguno de los tres vocales alternos llegaba al punto de encuentro. El edificio esquinero en donde está el CNE se rodeó de vallas metálicas y policías.
Los simpatizantes se preguntaban a qué hora llegarán. Se agotaban las frases, el sol estaba intenso y no sabían hacia dónde ir.
A las 09:20 llegó María Cristina Kronfle y esperaba a Noriega y Merino para hacer una declaración conjunta, pero los dos últimos arribaron mucho tiempo después.
Kronfle reiteró que desde este miércoles ellos son consejeros principales, porque el reglamento a la Ley Orgánica de Servicio Público (Losep) dispone que, ante la falta de las autoridades principales, si hay suplentes son ellos quienes deben principalizarse hasta que se elija a los reemplazos.
Esto, pese a que el 16 de noviembre pasado, el pleno del CNE conoció un informe legal de la Procuraduría General del Estado en el que se les informó que, al no haberse electo a sus reemplazos por concursos públicos elaborados por el actual CPCCS, debían permanecer en sus cargos para no dejar en acefalía al órgano.
De esa forma operó la prórroga en funciones de los cinco consejeros principales y, por ahora y los siguientes meses, no hay indicios de que el Consejo de Participación Ciudadana vaya a renovar el cuerpo colegiado como lo determina la Constitución en el 218.
«El Consejo Nacional Electoral se integrará por cinco consejeros principales, que ejercerán sus funciones por seis años, y se renovará parcialmente cada tres años, dos miembros en la primera ocasión, tres en la segunda, y así sucesivamente. Existirán cinco consejeros suplentes que se renovarán de igual forma que los principales», cita el artículo, incumplido por el CPCCS, ya que ninguna de las dos renovaciones se hizo en estos últimos seis años.
No obstante, según Kronfle, como suplentes deben asumir. Se veía segura de que iban a ingresar al Consejo y su primera acción sería que el área de Talento Humano les informe qué documentación debían presentar para efectivizar su principalización.
«Ni siquiera vamos a aplicar lo que dice el 110 del reglamento a la Losep, es decir, que (los consejeros salientes) deben entregarnos actas de entrega-recepción de los informes» sobre el trabajo de la institución, aseveró.
Noriega comentó que estaban listos para asumir los cargos y José Merino levantó la voz por sus dos aliadas y exclamó: «Es hora de darles un baño de verdad a esos caprichosos que quieren quedarse en el poder para cumplir con sus intereses personales. Estamos listos para trabajar. Hay un ingeniero civil en el CNE, ¿cómo no vamos a poder tres abogados, con Elena Nájera, cuatro, y Andrés León, cinco? Quieren desconocer que existen suplentes y somos los llamados a reemplazarlos», expresó a viva voz en la avenida 6 de Diciembre.
Entusiasmados cruzaron la calle, quitaron una de las vallas y subieron la vereda que lleva a la primera puerta. El escuadrón de policías los interrumpió y explicó que no tenía disposiciones para dejarlos entrar.
Forcejeos. Avanzaron unos tres metros. Un nuevo cierre metálico y se sumaron más policías que sostuvieron las mallas. En tanto, los tres consejeros suplentes mostraban a un oficial las credenciales que recibieron de la Asamblea Nacional cuando fueron posesionados.
Los quince simpatizantes desafiaban a los oficiales advirtiéndoles que tumbarían las vallas, que sacarían los alicates para romperlas y que había una mujer, la consejera Kronfle, que no debía ser maltratada.
En medio de la turba, alguien lanzó gas pimienta y puso nerviosos a los manifestantes (algunos eran adultos mayores), que corrieron asustados y segundos después se reagruparon en otra esquina.
María Cristina Kronfle se vio afectada por el gas y la llevaron a otra puerta del CNE. Ahí estuvieron por más de dos horas sin que ninguna autoridad electoral los reciba o les permita entrar.
A eso de las once de la mañana apareció la consejera Elena Nájera, quien es contraria a los cuatro consejeros, e intentó entrar con los tres vocales suplentes. No tuvo éxito.
«Debió hacerse un diálogo, una conversación, pero no amurallar el Consejo», añadió y aclaró que ella también es consejera principal, que dejó de ser suplente cuando reemplazó a Luis Verdesoto, en el 2021.
Nájera les invitó a otro lugar a conversar. Las siluetas de Noriega y Merino ya no acompañaban a Kronfle, quien seguía esperando en la puerta.
No quería irse a otro lugar, porque siempre estuvo abierta al diálogo, que no se dio porque este es un tema político, añadió.
Ella, quien fue asambleísta, se quedó por varios minutos en la vereda antes de tomar una decisión, ya que no la dejaron entrar. Iría a la Corte Constitucional (CC) para solicitarle que se pronuncie sobre su pedido de seguimiento a una sentencia interpretativa del 2019 que blindó la elección de autoridades que hizo el CPCCS de transición.
Mientras tanto, los cinco consejeros electorales y sus funcionarios continuaron con sus actividades. (I)