Cuatro presidentes -dos titulares y dos temporales- en 19 meses en el Consejo de la Judicatura (CJ), cuatro de sus cinco vocales investigados y procesados penalmente, un juicio político en la Asamblea Nacional pendiente y acusaciones de componendas para meterle la mano a la justicia ecuatoriana, son la muestra de la inestabilidad en la que ha vivido el órgano de gobierno, administración, vigilancia y disciplina de la Función Judicial.