A su ingreso al colegio Santo Domingo de Guzmán, en Urdesa, los usuarios eran direccionados por personal policial para una revisión preventiva.

Allí, un custodio privado pasaba un detector de metales por cada uno de los ciudadanos que ingresaban al predio, hasta las 09:00. También los bolsos eran chequeados por prevención a posibles actos de inseguridad. Asimismo, cinco policías mantenían abierta solo una puerta.

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En el patio de este lugar, militares también recorrían las instalaciones ante cualquier evento sospechoso.

En el colegio José Joaquín Pino Ycaza, en cambio, solo una pequeña puerta se habilitó en lugar del portón grande de ingreso que regularmente está abierto.

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Allí, además, militares están al pendiente de que las personas que ya han ejercido el voto no se queden en el interior del predio o incluso de que se genere acumulación de personas.

Varias cuadras a la redonda del colegio Ileana Espinel se encuentran cerradas al tránsito. Foto: Andrés Bajaña

Un servidor militar les indicó a cinco personas que ya habían votado que se retiraran del sitio, y uno de ellos dijo que esperaban a un allegado, pero de todas maneras se les pidió retirarse a la zona exterior para que lo esperaran. Asimismo, a otros usuarios les pidieron quitarse gorras.

En las cercanías de estos dos predios del norte porteño, la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) colocó cintas amarillas para limitar el paso vehicular hasta los accesos.

En estos dos recintos electorales se instalaron vendedores de diversos productos en zonas aledañas y no directamente en el ingreso, para evitar aglomeraciones.

Hubo sufragantes que optaron por votar en las primeras horas de la mañana. Así estaba la Unidad Educativa Martha Bucaram en la mañana. Foto: Ronald Cedeño  Foto: El Universo

En la Unidad Educativa Aida León de Rodríguez, ubicada en el suroeste, se colocaron los vendedores ambulantes en la acera ubicada en frente del acceso principal y además se limitó el acceso vehicular en la calle de ingreso.

Allí, únicamente, los usuarios ingresaron a pie por disposición de agentes de tránsito. Pasadas las 11:00, solo quedaron las cintas y ciertas motocicletas irrespetaron esta medida de prohibición del paso.

Los vendedores informales observaron como positivo que se registre ese orden y limitación de colocarse en el acceso principal, debido a las regulaciones de seguridad.

En uno de los puestos instalados en hilera, Carlos Reyes, contó que llegó al sitio desde las 06:30 para ubicarse al pie de la casa de una allegada con la oferta de plastificación de documentos. Hasta el mediodía, el trajín comercial aún era menor al proyectado para estar primera vuelta, dijo.

“Por un lado mejor que no bloqueen el acceso, por como está la delincuencia, que está terrible”, dijo Reyes, quien reconoció estar más alerta ante cualquier eventualidad.

Hasta las 11:00, en los exteriores se mantenía un patrullero con agentes policiales que daba cierta calma a los presentes.

Panorama en la escuela Aida León de Rodríguez. Foto: Jorge Peñafiel. Foto: El Universo

En otros predios adonde acuden autoridades y candidatos, en cambio, se ha limitado el acceso en vías aledañas.

Por ejemplo, en el colegio Ileana Espinel, en la zona de Kennedy, se aplicó un cierre con rejas a varias cuadras a la redonda desde tempranas horas. Allí, alrededor de las 09:00, estaba programada la votación del presidente Guillermo Lasso. En el perímetro del colegio había varios efectivos policiales, mientras que en el interior se reforzó el número de militares.

En cambio, cerca de las 09:30, en la Unidad Educativa San José de la Beneficencia también se aplicó una restricción vehicular en la calle Urdaneta y Córdova.

Allí, esta mañana acudió el candidato Otto Sonnenholzner a acompañar a su esposa a realizar su votación. (I)